Las recomendaciones de Sanidad con los test de antígenos y los PCR
El Ministerio de Sanidad sugiere a los hospitales que realicen PCRs, en lugar de test de antígenos, a los pacientes en espera de intervenciones quirúrgicas.
La pandemia del coronavirus ha provocado que muchas intervenciones quirúrgicas no urgentes hayan tenido que retrasase debido a las medidas y restricciones en los hospitales, así como por el colapso sanitario que está habiendo en España con motivo del coronavirus. Poco a poco se han ido reanudando las citas, pero antes de la operación quirúrgica, los pacientes deben someterse las pruebas que determinan si están contagiados o no por el virus de la COVID-19.
Como ha informado Redacción Médica, pasado 16 de noviembre, el Ministerio de Sanidad publicó una nueva versión de su documento ‘Recomendaciones para la programación de cirugía en condiciones de seguridad durante la pandemia COVID-19’, donde se mencionan cambios en las pruebas diagnósticas que se realizan a los pacientes antes de una intervención quirúrgica. Entre las modificaciones, Sanidad aconseja a los hospitales no sustituir los PCR por los test de antígenos.
Evaluación clínica
Además de la realización de las pruebas correspondientes, el informe también recuerda la evaluación clínica y epidemiológica por parte del personal sanitario a los pacientes que estén pendientes de cirugía, independientemente de si el resultado es negativo.
Más aconsejable la PCR
El nuevo documento informa de la posibilidad de que los hospitales realicen test de antígenos a los pacientes antes de ser intervenidos, pero en contraposición, señalan que es más aconsejable la prueba PCR ya que los test de antígenos a veces no detectan a individuos positivos, lo que daría como resultado falsos negativos en las personas asintomáticas. A pesar de ello, ofrecen la posibilidad de utilizarlo en aquellos pacientes con síntomas compatibles de menos de cinco días de evolución.
La prueba que más recomienda el Ministerio de Sanidad es la PCR. Los expertos sugieren que se realice en las horas más cercanas a la intervención, durante las 72 horas previas. También aconsejan alertar al paciente de sus actividades para que evite infecciones posteriores a la realización de la prueba.