Coronavirus

La recomendación de un experto de Harvard para pasar la Navidad

Elvis García, profesor de Salud Pública en la prestigiosa universidad estadounidense, explica qué tenemos que hacer para evitar otra ola de casos en enero.

La recomendación de un experto de Harvard para pasar la Navidad
FABRIZIO BENSCH REUTERS

Elvis García es profesor de Salud Pública en la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y es uno de los expertos más reputados para hablar sobre enfermedades infecciosas que afectan a los seres humanos. El docente ha valorado la gestión de la pandemia durante todos estos meses, ha hecho varias recomendaciones a los distintos expertos y, ahora, en una entrevista en El Huffington Post habla de cómo sera la Navidad, evidentemente marcada por la COVID-19.

Preguntado por si se puede salvar la Navidad, García indica que es un "error seguir pensando en términos de normalidad, como si nada hubiera pasado". "Quisimos primero salvar la temporada turística y así estamos. Por supuesto que podemos 'salvar la Navidad', sólo hay que poner en la balanza cuántos fallecidos estamos dispuestos a asumir para poder ir de compras y salir de fiesta", razona.

Por eso, hace un llamamiento a la población y pide que sean unas Navidades domésticas: "Mi recomendación es que hagan el esfuerzo por pasarlas en casa. Que hagan las compras online o por teléfono si es en pequeños negocios, o que lo escalonen en el tiempo para evitar aglomeraciones. Que busquen alternativas para compartir estos momentos con la familia utilizando la tecnología. O hacemos esto o estaremos creando las condiciones perfectas para otro pico de casos a partir de enero".

García advierte de otra ola de casos a principios del próximo año, porque asegura que “o cambian las cosas dramáticamente, o estos picos seguirán siendo recurrentes”. “Si el Gobierno no implementa las medidas que los profesionales de la salud pública llevamos pidiendo desde el principio seguiremos enfrentándonos a una ola tras otra”.

Condicionantes de la vacuna

A pesar de ello, ve motivos para el optimismo, sobre todo tras el anuncio de que la vacuna de Pfizer es eficaz en más de un 90%. “Son fantásticas noticias, nadie se esperaba una efectividad del 90%. Esto es definitivamente un paso de gigante hacia el final del túnel. Dicho lo cual, la vacuna no es una ‘bala de plata’. Esta solución acarrea demasiadas incertidumbres. Aún con una efectividad tan alta, debemos conocer la duración de la protección, la capacidad de producción por parte del fabricante, la capacidad del Gobierno para obtener las dosis necesarias, la gestión de la cadena de frío o incluso la voluntad de la gente a la hora de vacunarse”, argumenta.

Vuelta a la vieja normalidad

Por eso, y dados todos estos condicionantes, considera “imprudente” dar una fecha para la vuelta a la vieja normalidad. “Dependerá en gran parte de la efectividad y disponibilidad de las primeras vacunas. No descartaría un futuro próximo en el que adaptemos nuestros hábitos para convivir con el virus. Nada muy dramático, por ejemplo, puede que la gente lleve mascarillas durante ciertos periodos del año, o que hacernos test en casa después de haber ido a un evento sea tan normal como utilizar el termómetro, o que nos vacunemos todos los años como si de la gripe se tratase. Esto será un escenario bastante realista hasta que haya una vacuna de verdad efectiva a medio o largo plazo”, agrega.

Gestión de la segunda ola

Por último, Elvis García valora la evolución actual de la pandemia, que tilda de “preocupante” y por la que se muestra incrédulo por “lo mal preparados que estaban los Gobiernos” para combatir la segunda ola. “Puedo entender una limitada capacidad de respuesta durante la primavera, pero ahora no hay excusa posible. “Estaba claro que no se estaban haciendo los deberes durante el verano. Se pasó muy rápido del confinamiento a la apertura del turismo, pero no se pusieron medidas activas del control de la epidemia. Es decir, limitar el aforo de bares y restaurantes es una medida de medio pelo que intenta limitar la rápida escalada de casos, pero que no ataca el problema de raíz.