Unos 500 kilómetros separan Padua de Roma, en Italia. Una ruta que, a una velocidad normal, podría realizarse en seis horas aproximadamente. Sin embargo, el pasado viernes, la policía italiana consiguió hacerla en unas dos horas gracias a su Lamborghini Huracán. Esta acción, sin embargo, no fue por alardear de coche o por placer, sino por una necesidad: entregar un riñón para un trasplante urgente.

El Huracán LP 610-4 era posiblemente el único medio que tenían las autoridades para ejecutar esta misión a vida o muerte. Gracias a los 610 caballos de este vehículo, a su capacidad para mantener altas velocidades (la punta es de 325 km/h) los agentes pudieron completar el recorrido en menos de tres horas, desplazándose a una velocidad media de 230 km/h. Suficiente para que el riñón llegase a tiempo y en perfecto estado para que su receptor pudiera salvarse.

El operativo fue grabado y compartido por las autoridades a través de las redes sociales. “Para salvar una vida no se necesitan superpoderes. La solidaridad, la tecnología y la eficiencia también ayudan”, escribía la policía en su Twitter junto con un emotivo vídeo.

Cómo es el Huracán LP 610-4

La policía italiana tiene Lamborghini desde hace mucho tiempo, lo que algunos pueden considerar una vanidad. En cambio, este tipo de coches, por su rapidez, ha demostrado ser efectivo en situaciones tan extremas como esta. De hecho, su principal misión es la de transportar órganos, plasma o vacunas. Por ello, el vehículo está equipado con un compartimento refrigerado debajo del capó diseñado especialmente para este propósito.

Además, este lujoso coche, pintado con el azul de la policía italiana, también cuenta con un ordenador y cámaras especialmente diseñadas para facilitar el trabajo de los agentes. Por eso es también útil para las persecuciones más exigentes, ya que puede acelerar de 0 a 100 en apenas 3,2 segundos.