Mascarillas inteligentes Cliu: precio, de qué tipo son y cómo comprar online
Se llama Cliu, es obra de un diseñador español y un equipo italiano y está avalada por Marca España. Presenta un diseño revolucionario.
La mascarilla del futuro ya está aquí. Se llama Cliu y en parte es obra de un diseñador español, Álvaro González, que ha participado en su desarrollo junto a un equipo de Italia, país en el que se produce. Cliu presenta un diseño revolucionario, con una franja transparente en la zona de la boca, y características rompedoras.
Es capaz de desinfectarse por sí sola y puede medir la calidad del aire y constantes vitales como la frecuencia cardíaca o respiratoria. La versión Pro incorpora incluso micrófono, Bluetooth y sensores integrados.
"La idea surgió en el confinamiento. En mi Estudio estábamos pensando cómo poder contribuir a la causa y aportar nuestro granito de arena a la situación de emergencia como diseñadores de producto hasta que llegó el día en que un grupo de amigos expertos en tecnología, marketing e innovación nos propusieron crear un nuevo concepto de mascarilla inteligente", asegura González en 20 Minutos.
Protección total
El objetivo del proyecto, explica, ha sido "resolver distintas problemáticas del uso de la mascarilla común". De ahí, por ejemplo, la franja transparente de la boca, que permite una comunicación más fluida, o todas las funciones que tiene el producto final.
Con una aplicación asociada se pueden consultar en un dispositivo móvil datos como el nivel de batería de la mascarilla, el nivel de utilización de los filtros o la existencia de brotes de coronavirus cercanos. Cliu no sólo te protege del patógeno, también de "absorber la contaminación y reducir las alergias cotidianas al polen" gracias a sus filtros intercambiables de cinco capas, también equipados con carbón activado. "Llevar mascarilla nunca ha molado tanto" es el lema.
Precio y dónde comprar
El precio estándar de la mascarilla Cliu será de 90 euros y el modelo avanzado se irá hasta los 250. El creador lo considera justo toda vez que, según sus cálculos, una persona puede gastar entre 300 y 500 euros al año en mascarillas convencionales en una situación como esta. Parte de lo recaudado irá a la asociación italiana SEADS, que se dedica a la colocación de barreras en los cursos de agua para bloquear los plásticos. Las mascarillas se pueden comprar en este enlace.