Durante la tarde de este viernes, el centro de Barcelona fue escenario de disturbios y enfrentamientos. Los protagonistas fueron numerosos participantes de una concentración en contra de las restricciones por la COVID-19 y los Mossos d'Esquadra.

El acto comenzó alrededor de las 18:00 horas, y según la Guardia Urbana reunió a unas 1.500 personas de signos muy diversos. Había algunas con negocios afectados por las limitaciones como consecuencia de la pandemia, otras de ideología anticapitalista y también negacionistas de la enfermedad.

Carga policial

Lanzaron petardos, humo y otros objetos, pero según avanzaba la tarde, empezaron a arrojar elementos más contundentes y vallas de seguridad contra los antidisturbios presentes. En ese momento, los agentes decidieron cargar con las furgonetas que custodiaban el acto.

Poco después, la policía dispersó a los manifestantes y arrinconaron a algunos en el entorno de la calle Jaume I, mientras que otros huyeron corriendo hacia Vía Laietana. 

Pancartas reivindicativas

Antes de iniciar los ataques, la concentración se estaba desarrollando de forma pacífica. Algunas personas llevaban pancartas en las que solicitaban la dimisión del Gobierno y del Govern. Entre otros lemas, se podía leer: "España 2009 - 150.000 muertos gripe. 2020 - 35.000 COVID. No más mentiras", o "2019 España - 131 muertos por obesidad. 2020 - 35.000 COVID. Libertad".

Por el momento, los altercados se han saldado con siete detenidos. Además, 24 personas han resultado heridas, entre ellas 17 Mossos d'Esquadra.

Miquel Sàmper, conseller de Interior de la Generalitat, afirmó en sus redes sociales que las fuerzas de seguridad "investigarán y perseguirán a los que han practicado la violencia extrema en la Vía Laietana y calles adyacentes. Ningún espacio ni concesión a quienes buscan la desestabilización practicando la violencia extrema en un momento tan crítico en la lucha contra la COVID-19".

También en Burgos

Burgos también ha sufrido hoy incidentes. La Policía Nacional ha tenido que intervenir en la calle Vitoria, donde un nutrido grupo de personas, en su mayoría menores, empezó a lanzar botellas y piedras y a atentar contra el mobiliario urbano tras la protesta por las restricciones para frenar el coronavirus. La manifestación, que no contaba con la autorización de la Subdelegación del Gobierno, concentró a cerca de un millar de personas.