CORONAVIRUS

Una madrileña es expulsada de Pekín por tener anticuerpos de COVID-19

Tras varias cuarentenas en Xian, Inés Suanzes regresa a su casa de Pekín, pero es expulsada por el rechazo de vecinos y padres de la escuela donde trabajaba.

Una madrileña es expulsada de Pekín por tener anticuerpos de COVID-19
Telemadrid

Inés Suanzes es madrileña, pero trabaja como profesora en Pekín, China. Cuando comenzó la pandemia de COVID-19 se encontraba en Valencia de vacaciones y no pudo volver al país asiático porque había cerrado sus fronteras y no permitía la entrada de extranjeros. A mediados de septiembre consiguió llegar a Xian desde Madrid, ya que los vuelos internacionales a Pekín permanecían suspendidos.

Nada más aterrizar se sometió a las pruebas PCR y dio negativo, por lo que comenzó la obligada y estricta cuarenta de 14 días en un hotel de esa ciudad. Sin embargo, antes de finalizar el aislamiento, pasó algo extraño. “Dos días antes de salir de la cuarentena y poder volver a casa me hicieron otra PCR y, para mi sorpresa, un análisis de sangre”, cuenta Suanzes en Telemadrid.

Otras dos semanas de cuarentena

En la primera de ellas dio negativo, pero la segunda fue positiva en anticuerpos por lo que no pudo coger su vuelo a Pekín y la condujeron a un hospital, donde le realizaron un escáner tomográfico, y nuevos análisis y pruebas: “Pasaba por las pruebas sin saber qué hacer. Ha sido bastante duro, creo que todavía estoy asimilando todo lo que ha pasado”.

La profesora había dado negativo en anticuerpos IgM, los primeros en aparecer en torno a los siete días de contraer el virus que denotan la infección, pero positivo en IgG, que aparecen más tarde e indican que la enfermedad se ha superado. Aun así, la prescripción médica del hospital de Xian estableció 14 días más de cuarentena en observación, que además tendría que realizar en otro hotel, ya que el suyo concluía su período para ello.

“Me parece totalmente innecesario, si yo supiera que puedo contagiar a alguien sería la primera que querría estar aislada, pero está claro que no contagio”, afirmó la madrileña a Efe en aquel momento. “Yo no he tenido ni un catarro, ningún síntoma desde febrero que llevaba en España, pero está claro que he pasado la enfermedad sin ser consciente de ello, totalmente asintomática”, añadió.

Expulsada por no ser "una persona segura"

Entonces, empezó la lucha para que las autoridades le permitieran, al menos, realizar la cuarentena en su casa de Pekín, al considerar que su tipo de anticuerpos no son contagiosos, sino que más bien la protegen, aunque sea temporalmente, de una nueva infección.

Finalmente, la intervención del consulado y de la escuela donde trabaja dieron sus frutos y pude regresar a su casa de Pekín. Pero, cuando llega, su comunidad de vecinos y los padres del colegio donde trabaja se quejan porque consideran “que no es una persona segura” y le piden que se repita todas las pruebas. Como consecuencia, la mujer es expulsada del país: “Se me indica que tanto yo como mi mujer debemos abandonar el país en cuatro días porque no quieren tener problemas con nosotras en el futuro”.