Así frenó China la segunda ola
El país asiático no registra ningún nuevo contagio local desde el pasado 15 de agosto y mantiene bajo control el virus mientras los casos siguen aumentando en el mundo.
China acumula 54 días consecutivos sin registrar nuevos contagios locales de coronavirus y mantiene la pandemia bajo control. Los únicos nuevos positivos comunicados por las autoridades sanitarias corresponden a casis importados, que en el balance oficial de este viernes fueron 21, fecha en la que no se registró ningún nuevo fallecimiento.
Hasta el momento China, que cuenta con más de 1.300 millones de habitantes, acumula 85.521 casos totales y 4.634 decesos a causa de la enfermedad, unos registros que le mantienen muy lejos de los de los países más afectados por la COVID-19, a pesar de ser la nación donde comenzó a propagarse el virus.
Así, mientras el coronavirus continúa expandiéndose por todo el mundo, obligando a aplicar nuevas restricciones en varios países, China no se ha visto afectada de forma significativa por una segunda ola de la enfermedad, algo que se ha conseguido gracias a las estrictas restricciones que fueron implantadas tiempo atrás, según aseguran los expertos.
Medidas estrictas
Tras el cierre decretado el 23 de enero en Hubei, provincia donde comenzó a expandirse el virus, el Gobierno chino procedió a aplicar severas restricciones en la capital, Pekín, y en otros territorios del país, obligando al uso de mascarillas y limitando la circulación de personas y clausurando establecimientos de hostelería y escuelas, entre otras medidas.
Además, la nación asiática ha trabajado intensamente en las labores de rastreo de contagios, una labor en la que han sido clave el uso de la tecnología. En concreto, a través de funciones de seguimiento en aplicaciones de Alibaba Group y Tencent. Los ciudadanos contaban con la obligatoriedad de mostrar el código de color que registraban estas herramientas (verde, amarillo o rojo) para poder acceder a los lugares públicos.
Los expertos piden cautela
Todo ello ha ido provocando un descenso en los casos registrados con el paso de los meses que ha llevado a China a no contabilizar ningún nuevo positivo local desde el pasado 15 de agosto, lo que ha permitido que los ciudadanos hayan ido recuperando la normalidad. No obstante, varios expertos alertan de la posibilidad de que vuelvan a surgir casos con la llegada del frío, por lo que han pedido cautela.
"La gente en China me ha estado preguntando si habrá una segunda ola de la pandemia en invierno. Ahora que Europa está pasando por una segunda ola, es inevitable que nosotros veamos una segunda ola de contagios”, declaró al respecto el pasado mes de septiembre Zhang Wenhog, director del Departamento de Enfermedades Infecciosas del hospital de Huashan (Shanghái).