La mascarilla más cara del mundo cuesta 1,3 M€: oro, diamantes y "la mejor filtración"
Ha sido creada con 250 gramos de oro de 18 quilates y con 3.608 diamantes naturales gracias al trabajo de veinticinco joyeros y engastadores de diamantes.
La mascarilla se ha convertido en un complemento más del ser humano durante esta pandemia. Por eso, si bien su principal función es frenar la propagación de la COVID-19, muchas personas se preocupan también por el diseño que eligen. “Ya que es necesario llevarla, al menos que sea bonita”, piensan algunos. A raíz de esto, numerosas compañías se han esforzado en crear diseños innovadores y llamativos para que sus clientes vayan a la última moda en mascarillas, además de protegidos.
Sin embargo, ninguna ha destacado tanto como la que ha elaborado una joyería israelí. Yvel, que distribuye también en Estados Unidos, ha creado la mascarilla más cara del mundo a petición expresa de un fiel cliente, cuya intención ha sido ofrecer apoyo financiero a esta empresa en la que trabajan unas 150 personas en los dos países en los que opera, según explicó Isaac Levy, propietario de la joyería. "Estoy feliz porque la mascarilla nos haya dado suficiente trabajo para que nuestros empleados puedan seguir en tiempos tan difíciles como en los que estamos", indicó a The Independent.
El comprador, del que no se conoce su identidad, es uno de los clientes más leales de la joyería, en la que lleva décadas comprando sus joyas. Ahora, ha pedido que esta mascarilla, valorada en 1,5 millones de dólares (1,3 millones de euros), se haga a medida y esté acabada antes de final de año. "Puede que el dinero no lo compre todo", ha señalado el propio Levy en Associated Press, "pero si este señor puede comprarse una mascarilla contra la COVID-19 muy cara y quiere usarla, andar con ella por la calle y llamar la atención, debería estar contento".
Materiales de primer nivel
Además de su lujoso diseño, la mascarilla proporciona, según la propia joyería, "el mayor nivel de filtración (N-99)" y "cumple los estándares más estrictos" de protección. Una investigación de la Universidad de Arizona publicada en el Journal of Hospital Infection reveló que las N-99 son las mascarillas más eficaces para evitar el contagio, logrando una reducción del riesgo de contagio de entre un 94% y un 99%.