¿Por qué Israel ha tenido que confinarse de nuevo?
El país registra más de tres mil casos diarios y el Gobierno ha decretado, a partir del viernes, el segundo confinamiento en seis meses.
Con más de 3.000 casos diarios y tras más de nueve horas de reunión, el Gobierno israelí ha decretado el cierre de todo el país para frenar la segunda ola de coronavirus. Con esta decisión, Israel se enfrenta al segundo confinamiento en seis meses. Una cuarentena que entrará en vigor este próximo viernes y que tendrá una duración de, al menos, tres semanas porque se mantiene la ‘opción de prórroga’ abierta, dependiendo de cómo se vaya remitiendo esta oleada de contagiados.
Este confinamiento llega a escasas horas del inicio de la festividad judía del año nuevo. Entre las medidas anunciadas por el primer ministro del país, Benjamín Netanyahu, se limitarán las reuniones en lugares cerrados a 10 personas y a 20 si es en un espacio abierto. Eso sí, los ciudadanos israelíes no podrán ir más allá de 500 metros desde su domicilio particular. Por supuesto, esta medida supondrá un patrón en la vuelta al colegio que se dio el pasado 1 de septiembre hasta nuevo aviso.
En lo referente a los lugares de trabajo en miles de pequeñas empresas, el conocido como ‘Gabinete Corona’ tiene previsto aliviar el cierre del empleo en el sector privado como medida para controlar la gran crisis económica que la pandemia provocó al inicio del verano y que seguirá provocando con su reaparición tan repentina como inesperada. Además, incorporarán un paquete de ayudas. En cuanto al aeropuerto Ben Guion, no tiene previsto cortar su actividad de manera completa. El coste de este nuevo confinamiento rondará los 2.000 millones de euros a Israel.
Israel registra ya más de mil muertes por coronavirus
"El profesor Ronni Gamzu (encargado de la lucha contra el virus) y los expertos del sistema sanitario nos mostraron el pasado jueves la bandera roja. Son medidas difíciles y más durante las festividades , pero de lo contrario el virus nos golpeará", justificó Netanyahu en lo que es un fracaso en la gestión de la pandemia en el país israelí frente a la gran contención que se hizo en marzo para evitar la propagación del coronavirus.
Una situación que viene provocada por la desescalada tan rápida el pasado mayo -la vuelta a clases o la apertura de la economía-, la ausencia de una estrategia para romper la cadena de contagios, la excesiva confianza del Gobierno, la falta de confianza de los ciudadanos y, sobre todo, el pensamiento entre la población de que la COVID-19 era una enfermedad menor, lo que provocó que mucha gente dejara de usar sus mascarillas.
Según los últimos datos recopilados en Israel, este domingo por la tarde se informó de que 1.108 ciudadanos israelíes murieron a causa del coronavirus desde el pasado mes de marzo. El número de enfermos de gravedad llega a los 513 -139 con respiración asistida-. El número de contagios confirmados asciende hasta los 2.715 solo en la jornada del sábado. "El porcentaje de positivos en las pruebas efectuadas en los últimos días gira en torno al 8%, mientras en la primera ola fue el 1 o 2%. El cierre reduce el porcentaje de nuevos enfermos , pero no liquida el virus. Para ello se necesita como mínimo un mes”, explicaba el exdirector del Hospital Ijilov de Tel Aviv Gabi Barbash.