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Muere Rieli Franciscato, experto en tribus indígenas, por el impacto de una flecha

El incidente ocurrió en la región de Seringueiras, donde se desplazó tras el aviso de que grupos de ganaderos y madereros estaban destruyendo el bosque.

Muere Rieli Franciscato, experto en tribus indígenas, por el impacto de una flecha
STRINGER REUTERS

Rieli Franciscato, un conocido experto que trabajaba por proteger a las tribus amazónicas aisladas, murió el pasado miércoles tras recibir el disparo de una flecha en el pecho mientras visitaba la tierra de una tribu indígena no contactada como parte de su trabajo para la Fundación Nacional del Indio de Brasil (Funai). Concretamente, el suceso ocurrió en la región de Seringueiras, un territorio remoto del Amazonas brasileño ubicado en el estado de Rondonia, al noroeste del país.

Franciscato, de 56 años, falleció en la frontera del territorio de la tribu Uru Eu Wau Wau. El policía Paulo Ricardo Bressa afirmó en el diario brasileño O Globo que le acompañó a la Línea 6, una zona de conflicto en Seringueiras. “Empezamos a seguir sus pasos y llegamos a la orilla del río, cerca del área protegida por Funai. Cuando llegamos cerca de la frontera (de la tierra indígena protegida) pudimos ver el letrero allí, ‘Esto es una reserva de Funai, no entrar'”, relató.

Bressa continuó contando que Franciscato comenzó a subir una colina, con una escolta indígena y la policía detrás, cuando sucedió el trágico incidente: “Entonces, solo escuchamos el sonido de la flecha, que lo golpeó en el pecho. Gritó y sacó la flecha de su pecho y corrió hacia nosotros. Logró correr unos 50, 60 metros y se cayó”. El grupo lo llevó rápidamente al vehículo de la policía y lo trasladaron al hospital. “Pero ya no estaba vivo y perdimos a nuestro amigo, lamentablemente”, dijo Bressa.

¿Por qué se desplazó a esa zona?

La ONG indigenista Survival International explicó que Franciscato fue llamado a la zona después de que varias tribus no contactadas aparecieran en los últimos meses a causa de que grupos de ganaderos y madereros destruyeran gran parte del bosque de la zona y amenazaran con continuar haciéndolo.

Los grupos indígenas suelen reaccionar violentamente para defender sus tierras de los forasteros que se adentran en ellas. De ahí que pudieran confundir a Franciscato con un enemigo. “Podrían haber confundido a Rieli, uno de sus aliados más cercanos, con uno de sus muchos enemigos que amenazan su supervivencia y haber sido empujadas al límite”, explicó Sarah Shenker, principal investigadora de Survival.

Los líderes indígenas aseguran que estos incidentes con mineros ilegales, agricultores y madereros en sus tierras aumentaron con la llegada de Jair Bolsonaro al poder en 2019, cuando prometió desarrollar la región amazónica. Por su parte, los grupos conservacionistas culpan al presidente brasileño y a su gobierno de quitar recursos a organismos como la Funai y el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama), así como de ignorar las actividades de los agricultores y madereros que aceleran la deforestación.

El Amazonas, la selva tropical más grande del mundo, es el hogar de unas 100 tribus aisladas, según Survival International, a las que Franciscato trataba de proteger durante su trabajo en Funai. En una entrevista en video, que compartió Survival en Twitter después de su muerte, el experto confesaba sus esperanzas hacia el país: “El Brasil que quiero para el futuro es uno donde toda esta (tierra indígena) siga protegida”.

Sus amigos lloran su pérdida

“Es con mucha tristeza que Funai y sus sirvientes se despiden de Rieli Franciscato, con mucho respeto y admiración. Rieli fue un sirviente ejemplar, con más de 30 años protegiendo a los indígenas aislados”, lamentó en un vídeo Marcelo Xavier, presidente de Funai, quien acabó señalando que la organización “se solidariza con los colegas y familiares de Franciscato”.

Por su parte, Shenker señaló que “la muerte de Rieli es una pérdida trágica e inconmensurable para las tribus aisladas, para el bosque y para la lucha que busca detener el genocidio de Brasil”. “Durante décadas, él se negó a aceptar la codicia violenta que destruía la selva amazónica y sus mejores guardianes. Trabajó incansablemente para proteger las tierras de las tribus aisladas de los forasteros. Dedicó su vida a ello, trabajando en la primera línea para combatir las invasiones ilegales de madereros, ganaderos y mineros que amenazan con acabar con los pueblos más vulnerables del planeta”, añadió.