Alerta inminente por nuevas DANAs en septiembre: así golpearán a España
En las próximas semanas se esperan precipitaciones en muchos puntos del país, aunque con temperaturas superiores a las habituales.
Desde hace ya un tiempo, el término DANA se ha incorporado a nuestro lenguaje diario, aunque muchos son ya los que temen al escuchar esta palabra. Con la llegada del otoño y el adiós a los días de playa, cada vez es ya más frecuente escuchar hablar de este término pero, ¿sabemos realmente lo que significa y las consecuencias que trae?
DANA es tan solo el acrónimo de ‘depresión (baja o borrasca) aislada en niveles altos’. Pero, que no cunda el pánico, porque muchas personas ya han asociado este fenómeno atmosférico a unas lluvias torrenciales, un concepto que no se ajusta a lo correcto. Una DANA significa un seno cerrado de bajas presiones, habitualmente entre los 9.000 y los 11.000 metros de altura, se produce por el choque de una masa de aire frío en altura con el aire caliente de la superficie.
Sin embargo, desde hace varios años también se les relaciona con la ‘gota fría’. Pues nada que ver y es que las DANAs no significa que lleve consigo unas fuertes precipitaciones, como si ocurre con la ‘gota fría’ que tantas muertes ha provocado en los últimos años en nuestro país con las lluvias torrenciales. “En muchas ocasiones tenemos DANAS sobre la superficie del Mediterráneo de las que no somos conscientes dado que no conllevan consecuencias”, comenta Francisco Martín León meteorólogo de Meteored y coordinador de la Revista del Aficionado a la Meteorología de Tiempo.com (RAM) al diario 20 Minutos.
Entonces, ¿cuándo una DANA produce fuertes precipitaciones? Pues bien, este fenómeno atmosférico puede funcionar como ‘la cerilla que enciende la mecha de las precipitaciones’. Por ejemplo, en nuestra Península, el Mar Mediterráneo actúa como un mar cálido que contrata con las bajas presiones. La DANA, a su vez, esconde dentro corriente de chorro, que dan lugar a estas fuertes lluvias. Aunque estas situaciones son más habituales en los cambios de estaciones, cada vez es más frecuente que se den en todas las épocas del año, fruto del cambio climático.
¿Lloverá mucho este otoño en España?
Es difícil saberlo, especialmente a largo plazo. “Los pronósticos a tan largo plazo – tres meses – tienen poca fiabilidad”, explicaba José Antonio Maldonado, director de Meteorología. Y es que a pesar de los grandes estudios y los avances en el sector meteorológico, hacer predicciones más allá de los siete días es algo poco fiable y que mantiene muchas incógnitas.
Lo único que se puede conocer, hasta el momento, de este próximo invierno es que las temperaturas se van a mantener por encima de la media en todo el país, aunque en ciertas zonas de manera ligera. En cuanto a las precipitaciones Galicia, Castilla-León, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, Cataluña, norte de Extremadura y Baleares mantendrán los niveles habituales. El resto de la Península y Canarias mantendrán sus niveles de precipitaciones por debajo de lo normal.
De cara a la próxima semana se darán varias DANAs en nuestro país. Los días mantendrán un clima caluroso de lo normal en parte de la mitad septentrional y del este de la Península y en Baleares. Las lluvias llegarán esta semana al Cantábrico oriental, donde los paraguas tendrán que salir ya del armario. De cara al inicio de octubre, del 21 de septiembre al día 4, las lluvias afectarán principalmente a las regiones mediterráneas, Galicia y el resto de la vertiente cantábrica.
“Parece que octubre comenzará con escasez de precipitaciones salvo casos muy puntuales en el litoral mediterráneo y las temperaturas podrían estar próximas a la media o ligeramente por debajo en la mitad norte peninsular. En el resto rondarán el promedio o estarán ligeramente por encima”, comentaba Maldonado.