Hace poco menos de un mes el acuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Casado era inminente para renovar todas las instituciones. Sin embargo, el líder del Partido Popular se echó para atrás justo después de que Cayetana Álvarez de Toledo desvelara el día de su destitución, el 17 de agosto, que el pacto estaba ultimado, según ha desvelado el diario El País.

El comienzo de las negociaciones fue en el mes de julio, cuando Juan Carlos Campo, ministro de Justicia, y Enrique López, encargado del PP de esta área, empezaron a ponerse de acuerdo en la idea de renovar el Consejo General del Poder Judicial. Al ver que todo marchaba bien, Pedro Sánchez escribió a Pablo Casado un ‘WhatsApp’ para preguntarle si de verdad se podía llegar a un acuerdo, muestra de que tienen más contacto discreto del que pudiera parecer. Y la respuesta de Pablo Casado al mensaje fue afirmativa, según las fuentes de la negociación consultadas por el citado medio.

Ahí fue cuando de verdad empezó a cerrarse el acuerdo, entre La Moncloa y una persona de máxima confianza de Casado, paso previo al remate final de Campo y López. Hasta 12 contactos telefónicos hubo en el mes de julio y tres reuniones presenciales con la máxima discreción con el fin de llegar en agosto a un principio de acuerdo para renovar el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, el consejo de RTVE y el Defensor del Pueblo. Incluso con nombres encima de la mesa según las fuentes consultadas.

El Partido Popular achaca la ruptura a la actitud de Unidas Podemos

Aunque varias fuentes consultadas por El País tanto del PSOE como del PP creen que sí fueron definitivas las declaraciones de Álvarez de Toledo porque dejaban a Casado en un lugar delicado, la versión oficial del Partido Popular lo niega. De hecho, no admite que el acuerdo estuviera tan cerrado y argumenta que el detonante fue la actitud de Unidas Podemos tras salir a la luz la salida del rey Juan Carlos de España.

Pablo Casado se ha encargado de dejar clara su postura en público y en privado a través de su equipo, incluso confirmando en la rueda de prensa del miércoles esa idea de que todo cambió a raíz de la actitud de Unidas Podemos hacia Juan Carlos I y la Monarquía.

No obstante, Unidas Podemos ya estaba en el Ejecutivo desde enero y Pablo Iglesias siempre ha sido crítico con Juan Carlos I. Y pese a ello, el PP negoció el acuerdo con Sánchez en julio y agosto. Según la versión oficial del Partido Popular, tuvo más peso el endurecimiento de la postura de Unidas Podemos que las declaraciones de su portavoz. Aunque fuese por otros motivos, no es el primer intento que queda en vano, pues ya sucedió con el anterior acuerdo en 2019.