El líder del partido Forza Italia, Silvio Berlusconi, se encuentra en una fase delicada debido a la infección pulmonar que padece tras dar positivo en COVID-19 y su posterior ingreso en un hospital de Milán, el pasado miércoles, 3 de septiembre. Su médico particular, Alberto Zangrillo, ha explicado a los medios que “el paciente está tranquilo”, y que la fase en la que se encuentra es “delicada”, ya que la infección “merece una terapia adecuada y lleva su propio tiempo”.

El doctor, director de terapia intensiva del hospital San Raffaele de Milán, ha confirmado que el ahora eurodiputado responde “de forma óptima al tratamiento”, pero que es pronto para la alegría, ya que el político de 83 años pertenece “a la categoría catalogada de mayor fragilidad”. No habrá nuevas comunicaciones hasta el lunes, ha dicho el doctor, quien mostró un “optimismo cauteloso”.

El ingreso se produjo por recomendación de Zangrillo, el pasado 3 de septiembre, después de comprobar que el político tenía una dolencia pulmonar leve. No es el primer problema de salud de Berlusconi, que ha sido intervenido en diferentes ocasiones por problemas cardiovasculares e intestinales.

Positivo tras un viaje

Berlusconi, conocido en los medios italianos como “il cavaliere”, dio positivo en coronavirus el pasado 2 de septiembre cuando regresaba a Arcore, cerca de Milán, de un viaje procedente de Francia, donde visitó a su hija mayor Marina. Poco antes había sido testado después de conocerse el positivo de su amigo Flavio Briatore, con el que había coincidido en la isla de Cerdeña.

También han dado positivo en coronavirus dos de sus hijos, Barbara y Luigi (36 y 31 años respectivamente), así como su mujer Marta Fascina (30 años), diputada del mismo partido.