Un estudio de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) ha servido para explicar el papel protector que pueden dar los inhaladores con corticoides que utilizan las personas asmáticas. Estos inhaladores pueden actuar de escudo porque pueden disminuir la presencia en el organismo de ACE2, una proteína que actúa como receptor del SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus. Los corticoides pueden contribuir a dificultar la entrada del coronavirus en el organismo y por tanto evitar el contagio por coronavirus.

El trabajo, además, ha concluido que los pacientes asmáticos que contraen el coronavirus no tienen mayor riesgo que una persona sin esta patología. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades habían advertido desde el inicio de la pandemia de que las personas con asma tienen un mayor riesgo de hospitalización y otros efectos graves de la COVID-19.

Sin embargo, los expertos aseguran en su trabajo que este grupo de pacientes con asma presenta una evolución de la enfermedad similar a la del resto de la población, algo que por ejemplo no ocurre cuando contraen la gripe. El estudio se ha basado en la comparación de la prevalencia del asma entre los pacientes hospitalizados por COVID-19, con el de la prevalencia de asma de la población correspondiente.

Evolución similar de los pacientes con asma y sin ella

En este sentido no se observaron diferencias y la proporción de asmáticos entre los pacientes ingresados con coronavirus es “relativamente similar a la prevalencia del asma en la población de cada lugar de estudio”, indican los investigadores.

En su labor de estudio, también observaron que los pacientes asmáticos hospitalizados con coronavirus no tenían más probabilidades de ser intubados que las personas no asmáticas, por lo que riesgo de que su estado de salud se agrave es la misma entre los enfermos con asma y sin ella.