El virus golpea a España por segunda vez
El País recoge el testimonio de 11 expertos que culpan a la precipitada desescalada de la actual situación epidemiológica y afirman que la solución es rastrear contactos.
“Las cosas no van bien”, avisó Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias el viernes cuando el Ministerio de Sanidad anunció los datos actualizados de casos de COVID-19 en España. Se habían registrado 3.650 nuevos casos de coronavirus en 24 horas. Y durante las dos últimas semanas se han notificado más de 70.000 contagios, una cifra superior a la de cualquier otro país europeo. Según el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC), la incidencia acumulada en los 14 días anteriores asciende ya a 152,7 casos por 100.000 habitantes, muy por delante de Malta (119,5), Rumania (88) y Francia (54).
Sin embargo, el dato más preocupante es que el alto número total de nuevos contagios supera al registrado en otros grandes países cercanos. La suma de Francia (34.181), Reino Unido (14.146), Alemania (16.161) es inferior al dato de España durante las últimas dos semanas, según el ECDC. Solo Rusia, con 69.481, presenta unas cifras similares a las de España. Eso sí, con una población muy superior.
¿Qué opinan los expertos?
Ante la incertidumbre y la preocupación crecientes por la situación epidemiológica de España, El País ha hablado con 11 expertos de diversos ámbitos para que expongan su opinión sobre las razones de los problemas y las posibles soluciones con las que combatirlos. Para ello, les ha planteado tres preguntas:
1. ¿En qué situación considera que se encuentra España en estos momentos en relación con el coronavirus?
2. ¿Qué razones explican que España sea el país europeo con mayor incidencia?
3. ¿Qué debería hacerse ahora ante la próxima apertura de colegios y el inicio del otoño?
Miguel Hernán: “Falta capacidad estratégica para gestionar la pandemia”
Ante la primera pregunta, Miguel Hernán, catedrático de Epidemiología de la Universidad de Harvard afirma que la situación es “lamentable” y critica “la falta de capacidades estratégicas para la gestión de la pandemia”. En esta línea, sugiere que la suavización de las medidas de mayo y junio se deberían haber sido solo “si se acompañaba de la construcción de esas capacidades”. Esta precipitación, avisa, puede amenazar de nuevo al sistema sanitario y “obligar a ralentizar la actividad económica”. “No hay atajos que valgan: economía y salud pública van de la mano. No habrá crecimiento económico sostenido sin una gestión efectiva de la epidemia”, añade.
Sobre las razones por las que España tiene una mayor incidencia que el resto de países europeos, señala “la espontaneidad y cercanía de nuestras relaciones personales en condiciones normales”. Alaba el buen comportamiento de la mayoría de ciudadanos en cuanto al uso de mascarilla y distanciamiento social, pero critica que otros “han revertido rápidamente a las pautas culturales habituales que implican besos, abrazos y conversaciones a dos palmos con amigos y conocidos, a veces en reuniones tipo botellón o en recintos cerrados sin buena ventilación y donde se habla alto”. Así, afirma que este tipo de personas “debería comprometerse a no relacionarse, y por supuesto no convivir, con personas mayores o con enfermedades previas”.
En septiembre empieza un nuevo curso escolar y, según Hernán “estamos a tiempo de evitar un nuevo confinamiento y cierre de colegios si acometemos una gestión epidémica coordinada”. Para ello, plantea la necesidad de “desarrollar indicadores cuantitativos para armonizar decisiones sobre cambios de fase”. Algo que no se podrá llevar a cabo si la decisión sigue recayendo en grupos del Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas, que están saturados: “España se merece una agencia nacional potente, con mayor capacidad de respuesta, que articule funciones ahora dispersas por la administración, que atraiga a los excelentes profesionales de salud pública que hay en el país, que trabaje codo con codo con las comunidades autónomas y que sea un ejemplo de comunicación con la ciudadanía”.
Magda Campins: “Hemos querido volver a la normalidad demasiado rápido”
Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva del hospital Vall d’Hebron (Barcelona), define la situación actual como “preocupante” debido al notable incremento de la incidencia: “Cada vez la propagación es más rápida y la capacidad de contención lograda es insuficiente”.
Entre las razones de este aumento apunta que “la desescalada se hizo demasiado rápido, pasando de una fase a otra sin dejar el tiempo suficiente”. Un segundo motivo que alega es que “ante los primeros brotes no se ha tenido una capacidad de rastreo suficiente”. Por último, reprocha que “la población no ha respetado en algunos casos las medidas de prevención”.
Para solucionar esto, “hay que ampliar la capacidad de rastreo” y realizar pruebas masivas donde se dispare la incidencia. También añade la importancia de “incidir en la población joven, que respete las medidas de prevención para evitar la transmisión del virus a la población mayor y más vulnerable”.
Antoni Trilla: “Parte de los casos se deben a la relajación de las medidas de protección individual”
Desde el punto de vista de Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic (Barcelona), “nos encontramos en una situación incierta” debido a que la COVID-19 “viaja a diferente velocidad y con distinto impacto por todo el país”. No obstante, apunta que “no hay transmisión comunitaria sostenida ni generalizada, por lo que hay que insistir en fortalecer la estrategia de contención y ataque”, como detección de casos, estudio de contactos, aislamiento y cuarentenas efectivas.
Para responder a la segunda pregunta, Trilla ha comparado a España con otros países europeos, especialmente en la realización de pruebas PCR, donde opina que se debe mejorar: “España realizaba a finales de julio 582 PCR por 100.000 habitantes. Francia y Alemania 680 y el Reino Unido 1.378”. En cuanto al aumento de casos, sugiere que se debe “a una relajación en las medidas de protección individual”, ya que varios brotes se han detectado en el ámbito social, donde “no se respetan las distancias, se habla en voz alta y se consume alcohol”.
De cara a la vuelta al colegio “debemos esforzarnos para iniciar el curso en las mejores condiciones epidemiológicas posibles”. Esto supone que debe haber pocos casos y estar controlados: “El riesgo de contagio no será nunca cero, ni para niños, familias, profesores... Pero hay que aceptarlo y minimizarlo”. Por eso, la Administración debe tomar medidas como la reducción del número de alumnos por clase o la ventilación de las aulas.
Rafael Cantón: “Podríamos entrar en transmisión comunitaria generalizada”
Rafael Cantón, jefe de servicio de Microbiología del hospital Ramón y Cajal (Madrid), avisa de que si no se reducen los casos y brotes podríamos alcanzar una “transmisión comunitaria generalizada”. Aunque reconoce que el mayor número de pruebas PCR permite “tener una mejor radiografía de la situación”, lo que ayuda a controlarla.
Según el experto, la explicación para la situación epidemiológica de España “solo puede ser multifactorial e incluye aspectos como la desescalada acelerada, una socialización superior a la de otros países, una convivencia familiar estrecha, el ocio nocturno y en algunos casos la no declaración de síntomas por miedo a la pérdida del empleo en colectivos desfavorecidos”.
Con el fin de revertir la situación, es preciso “establecer protocolos de obligado cumplimiento que refuercen las medidas de prevención, así como de actuación ante posibles casos”, ampliándolos al ámbito social y familiar. Asimismo, “es importante que los más jóvenes, que están contribuyendo en gran medida al aumento de la transmisión, se conciencien”.
Jesús Rodríguez Baño: “Vamos muy tarde con la adaptación de los colegios”
Para Jesús Rodríguez Baño, jefe de Enfermedades Infecciosas del hospital Virgen de la Macarena (Sevilla), “la situación es preocupante, muy preocupante en algunas áreas” a causa del aumento de hospitalizaciones y del crecimiento de casos leves que no guardan relación con otros, “lo que indica que una parte importante de la transmisión en la comunidad no está controlada”.
La situación de España con respecto a otros países se puede analizar planteándose “si las medidas tomadas no han sido las más adecuadas, si han faltado medios y si el cumplimiento no ha sido el adecuado”.
Respecto al curso escolar, apuesta por “hacer compatible la enseñanza presencial con no aumentar los riesgos”. En este punto, critica al Gobierno por su retraso: “habría que haber diseñado un plan con tres niveles (enseñanza presencial completa, presencial parcial y no presencial) con sus medidas concretas claramente especificadas, para ser aplicados según la situación epidemiológica, y haber trabajado durante el verano en conocer las posibilidades de adaptación de los colegios y solucionar los problemas logísticos. Vamos muy tarde”.
Clara Prats: “Se está tensionando seriamente la atención primaria”
Según Clara Prats, investigadora en Biología computacional y sistemas complejos de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), la reactivación de la actividad social o la falta de cuarentena por parte de algunos positivos confirmados “nos han llevado a un momento complicado donde en muchas zonas tenemos transmisión comunitaria no controlada”. Si bien alaba el esfuerzo realizado para aumentar los “diagnósticos por PCR y estudios de contactos con el fin de romper las cadenas de contagio”, vaticina que las hospitalizaciones y los fallecimientos aumentaran “si no se aíslan de manera efectiva los grupos de riesgo”.
Por otra parte, Prats afirma que “son múltiples las causas que nos han llevado hasta la situación actual”. Una de las principales, coincide con otros expertos “fue finalizar el confinamiento con una planificación insuficiente para afrontar el verano con garantías desde el punto de vista de la inevitable circulación del virus”. También influyó “la recuperación de una normalidad prematura en las relaciones sociales e interpersonales”.
Para abrir los colegios garantizando la seguridad, “en las zonas donde aún es posible controlar las cadenas de contagio, es imprescindible un seguimiento impecable de los aislamientos y cuarentenas por parte de casos y contactos estrechos cuando sea posible y, cuando no lo sea, poner los medios necesarios para que puedan realizarse”.
Juan Armengol: “El inicio de la actividad escolar es esencial”
Juan Armengol, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), afirma que España se divide entre zonas con brotes y zonas con transmisión comunitaria: “Este último caso se traduce en atenciones en Urgencias, llamadas al 112, hospitalizaciones e ingresos en UCI”. En esta línea aconseja que “sería importante disminuir el porcentaje de positividad de PCR hasta que sea menor del 5%”.
Al analizar los brotes se muestra muy seguro que muchos están asociados a “lo más cercano: familia, amigos, ocio...”, así como al trabajo y a las situaciones de los temporeros. “Y hay un porcentaje bajo, pero constante, de brotes en residencias”, añade.
Para el presidente de la Semes, el inicio de las clases “es esencial, especialmente para los sectores más vulnerables” porque muchos niños no pueden tener acceso a la educación telemática, por lo que “se verían doblemente desfavorecidas”. Por otra parte, propone “aumentar los grupos de población a vacunar frente a la gripe”.
Pere Godoy: “Las desigualdades sociales dificultan el aislamiento y las cuarentenas”
Pere Godoy, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, explica que los brotes “afectan especialmente a grupos de población con peor situación socioeconómica”, principalmente porque residen en viviendas más pequeñas y trabajan en lugares con más aglomeraciones. También insiste en el riesgo de haya una “transmisión comunitaria generalizada”.
Como muchos expertos, opina que la “alta tradición de relaciones familiares y sociales” en España conlleva un aumento de casos. “El turismo, que comporta mayores actividades de ocio, es un sector económico muy importante que también ha facilitado la transmisión”, amplía. De la misma forma, opina que “las desigualdades sociales en España también juegan un papel relevante y dificultan el aislamiento y las cuarentenas”.
Sobre las posibles soluciones, expone la importancia de que cada centro escolar “disponga de un referente COVID experto entre alguno de sus profesores y que se aseguren grupos estables de alumnos, lo más reducidos posible”. También afirma que los alumnos deberían mantener la distancia en todo momento, y se tienen que aplicar protocolos que faciliten el estudio de contactos directos y cuarentenas a todos los miembros del grupo estable. “También serán importantes las máximas coberturas vacunales frente a la gripe”, concluye.
Ricard Ferrer: “Otro confinamiento es insostenible económicamente”
Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), también valora la situación española como “muy preocupante”. “Hay centenares de pacientes en las UCI, que en algunos puntos ya tensionan el sistema sanitario”, argumenta.
Para Ferrer, los españoles, en general, se han comportado con responsabilidad, pero llevar a cabo el desconfinamiento de algunas zonas donde “aún existía una circulación del virus suficiente para generar rebrotes” fue un error. “Esto se acentúa siendo España un país de servicios y con una movilidad importante, especialmente en periodo estival”, puntualiza. También añade que, culturalmente, somos cercanos, por lo que el confinamiento ha generado problemas entre los adolescentes.
Por último, afirma que España debe cambiar a toda cosa la situación epidemiológica: “No es posible volver a dedicar los hospitales solo al coronavirus y demorar intervenciones. En lo económico, otro confinamiento, la única intervención que realmente ha funcionado, es insostenible”, expone. Para evitar una catástrofe mayor, “hay que identificar claramente las cadenas de transmisión específicas y cortarlas de raíz”, monitorizando las zonas de mayor transmisión del virus con PCR masivas y confinándolas perimetralmente si es necesario.
Pedro Alonso: “Un problema grave es la ausencia de datos transparentes y de calidad”
Pedro Alonso, catedrático en Salud Pública de la Universidad de Barcelona y director del programa de Malaria de la OMS, considera que, aunque crece el número de casos en toda España, “no todas las regiones y comunidades están igualmente afectadas”. Eso sí, destaca que hay que aprender de los errores cometidos en la primera ola.
Para explicar las causas que han llevado a España a esta situación, se basa en un artículo publicado en la revista The Lancet, donde 20 expertos españoles ofrecían una lista: “No es exhaustiva, pero enumera elementos relacionados con las estructuras de salud pública, incluyendo las de gestión de emergencias, marcos legales y mecanismos de coordinación con las comunidades, capacidades y asesoramiento científico, movilidad, desigualdades, comunicación y falta de anticipación. Quizás uno de los más graves sea la ausencia de datos transparentes y de calidad”.
“El país se enfrenta a un enorme desafío. Nadie tiene certeza sobre cuál es la receta o estrategia óptima”, expresa sobre la incertidumbre ante la llegada del otoño, donde llegamos en “peores circunstancias de las que había en junio”. Para revertir el tema, opina, “hay que convocar a los mejores especialistas en comités técnicos, asesores públicos y transparentes, así como generar consensos en las aproximaciones a seguir”.
Joaquín Estévez: “Hay que pensar en políticas más sólidas de conciliación”
Para finalizar, Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud, afirma que “la transmisión comunitaria está siendo intensa, lo que ha llevado a hospitales de algunas comunidades a dejar de hacer las intervenciones quirúrgicas habituales”.
“No podemos determinar las causas sin un análisis riguroso de un problema que se extenderá en el tiempo”, confiesa ante la segunda pregunta planteada por El País. Aunque se aventura a decir que parte de las causas se deben a que “un segmento de la sociedad ha pasado por alto que no estar confinados no significa que el problema se haya solucionado”. Ante esto, reclama que los diferentes partidos políticos deben ponerse de acuerdo y “trabajar en la misma dirección, con una coordinación eficiente entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas”.
En la tercera pregunta ha respondido que abrir los colegios plantea dos cuestiones fundamentales: “Por una parte, la seguridad y, por otra, su impacto en la conciliación para las familias, con sus implicaciones sociales y económicas”. Así afirma que es esencial tener protocolos establecidos por el Gobierno central “que garanticen la seguridad necesaria para no tener contagios en los colegios” y que las comunidades autónomas, apliquen dichos protocolos “en planes y medidas concretas adaptadas a su situación concreta”. También ha subrayado la necesidad de implantar políticas “más sólidas” para ayudar a que los padres puedan trabajar y encargarse de los hijos, asumiendo que, en algunos casos, las clases presenciales se combinarán con las virtuales.
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