Según ha informado laSexta, un grupo de ultraderecha atacó en la madrugada del viernes al sábado, sobre las 3:00 horas, la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero en el municipio madrileño de Galapagar. Al parecer, los agresores lanzaron pelotas de tenis mientras gritaban “Iglesias, chúpamela”.

Tal y como desvela la cadena, los agentes que vigilan la casa del vicepresidente segundo del Gobierno y de la ministra de Igualdad trataron de detener a los agresores, pero estos lograron escapar. Se avisó a la Guardia Civil y se patrulló la zona para buscarlos, pero no pudieron encontrar a nadie. Afortunadamente para la familia, ningún objeto traspasó los muros, por lo que no hubo daños personales ni materiales.

Unidas Podemos ha asegurado a laSexta que este último episodio es “un salto cualitativo” en la campaña de acoso que sufren desde mayo Iglesias y Montero. Asimismo, la idea del partido es denunciar los hechos.

Pararon sus vacaciones en Asturias por insultos

Hechos acontecidos solo unos días después de que los políticos tuvieran que suspender sus vacaciones en Asturias por las amenazas que recibieron. “No hay derecho a que mis hijos tengan sufrir las consecuencias del compromiso y las tareas políticas de sus padres”, lamentaba Iglesias en su cuenta de Twitter.

Tras conocerse la residencia de Iglesias y Montero en el municipio de Lena, en Asturias, la ubicación se difundió por las redes sociales, junto a insultos. Además, el entorno de Pablo Iglesias denunció una pintada que, presuntamente, apareció en la calzada del municipio, y en la que podía leerse: "Coletas, rata", aunque esta fue en el pueblo de al lado, y no en el que se hospedaban ellos.

Por otra parte, un restaurante al que acudió la pareja de políticos, Casa María, también sufrió "determinados comentarios ofensivos" relacionados con la estancia de los políticos y su familia.