Los motivos para la macrofiesta de Wuhan
La ciudad china, epicentro del coronavirus en los primeros meses del año, celebró una gran fiesta en la que no había ni mascarillas ni distancia de seguridad.
El pasado fin de semana el mundo miró con incredulidad hacia Wuhan. La ciudad china, epicentro de la pandemia del coronavirus a principios de año, el origen de todo lo que estamos viviendo, celebró una macrofiesta en el parque acuático Maya Beach a la que acudieron miles de personas.
Sin distancia de seguridad y sin mascarillas, los habitantes de esta ciudad de más de 11 millones de habitantes dejaron atrás aquellos meses iniciales de 2020, en los que sufrieron un duro confinamiento que se extendió durante 76 días. Sin poder salir para ir a comprar ni hacer deporte, con el transporte cerrado a cal y canto y las entradas a la ciudad cortadas, fue la primera ciudad en ser confinada a causa del coronavirus.
Sin positivos desde mayo
Con más de 22 millones de personas infectadas por el SARS-CoV-2 y una cifra de muertes que supera las 780.000 en todo el mundo, surgen las dudas de por qué, ocho meses después del origen de la pandemia, ahora Wuhan celebra una fiesta de este tipo y sin las ya archiconocidas medidas de seguridad.
A día de hoy, China ha registrado, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un total de 89.980 contagios, de los cuáles 68.139 pertenecen a la provincia de Hubei, a la que Wuhan pertenece. Sin embargo, la ciudad no ha registrado ningún caso, ni local ni importado, desde mediados del mes de mayo.
Otro de los factores a la hora de entender la celebración de esta fiesta es que todos los habitantes de la ciudad han sido sometidos a pruebas para conocer si estaban infectados. De esta forma pudieron detectar a los casos asintomáticos, tan importantes para evitar la propagación del virus de forma silenciosa.
Además, para entrar al recinto, es necesario disponer de entrada comprada previamente. También se toma la temperatura a los visitantes para que puedan acceder.