CORONAVIRUS

Sin confinamiento: ¿acertó o erró Suecia en la guerra contra el coronavirus?

La estrategia del país nórdico ha sido diferente a la del resto de Europa. Aconsejó la distancia social, pero permitió el trabajo presencial y los espacios públicos abiertos.

Sin confinamiento: ¿acertó o erró Suecia en la guerra contra el coronavirus?

El coronavirus estalló en Europa a finales de febrero y desde ese día muchas han sido las medidas que han tomado los gobiernos de cada país para evitar la propagación del virus. Aunque esa situación ha provocado un grave problema para las economías.

En la mayoría de los territorios se ha establecido durante el periodo más duro de la pandemia un confinamiento en los domicilios de sus ciudadanos. Italia, el país que más afectado en los primeros meses de la crisis sanitaria, o España, que también suma una cantidad importante de contagiados y fallecidos por COVID-19, obligaron a un confinamiento durante unos meses. Además, se paralizaron los sectores no esenciales.

Suecia y sus medidas más flexibles

En el caso de Suecia fue diferente. El país nórdico prefirió por abogar por la responsabilidad individual y las medidas que se tomaron fueron mucho más flexibles que en otras naciones: aconsejaron la distancia social, pero continuó el trabajo social y mantuvieron los espacios públicos y comerciales abiertos.

Esa estrategia ha llevado al país a un aumento del número de contagios y muertes. Sin embargo, algunos expertos, como el principal epidemiólogo sueco, Anders Tegnell, ya ha admitido errores en el camino que se ha tomado hacia la inmunidad.

El efecto en su economía

Eso sí, en el lado de la economía aseguran algunos economistas especializados que en las últimas semanas se han logrado beneficios económicos, gracias a esta manera de actuar. Economistas y periodistas especializados apuntan que la caída del PIB de Suecia será la mitad del descenso observado en la Zona Euro, pero se encuentra entre los mejores resultados de la Unión Europea.

La alta tasa de mortalidad de Suecia

Suecia suma más de 84.200 casos confirmados, algo más de 8.000 por cada millón de habitantes, y más de 5.000 muertes (más alta que Estados Unidos respecto a la tasa poblacional). 

Sin embargo, la tasa de incidencia disminuyó durante el periodo comprendido entre el 20 de julio y el 2 de agosto, según el informe del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC). La reducción ha sido del 30%, pero cuenta con una tasa de letalidad a una edad temprana del 6,9%, desde que se iniciase la pandemia (el doble que países vecinos como Dinamarca y Noruega).