El coronavirus no es el único problema sanitario al que se enfrentan estos días los hospitales sevillanos. Durante el día de hoy, hasta 18 vecinos de Coria del Río y Puebla del Río han desarrollado una meningoencefalitis por una infección vírica cuyo origen, de momento, sigue bajo investigación.

Una de las principales hipótesis sobre las que se trabaja es que se trate de una enfermedad asociada a la picadura de mosquitos. En un primer momento se pensaba en que se tratara de la fiebre del Nilo Occidental, aunque la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha informado que, tras tomas las muestras necesarias, hay "cuatro negativas para las principales bacterias y virus, así como la PCR de fiebre del Nilo, Toscana y virus de la corimeningitis linfocitaria, con IgM negativa para el virus de fiebre del Nilo".

De los 18 casos registrados, 16 han necesitado hospitalización, siendo cinco de ellos ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI), debido a la gravedad de la meningoencefalitis desarrollada.

Protocolo para evitar la propagación

Aunque se trata de una enfermedad que no se transmite de persona a persona, la Junta de Andalucía ha elaborado un protocolo para evitar una expansión. "Se han realizado encuestas epidemiológicas orientadas a detectar algún vínculo común y se ha informado a los ayuntamientos donde se concentran estos casos", informa las autoridades andaluzas.

Amaya Jimeno, especialista de Enfermedades Infecciosas del servicio Murciano de Salud, comenta que los principales síntomas de la meningoencefalitis son el dolor de cabeza, la fiebre, náuseas o vómitos. Según los datos del Centro Europeo para el Control de Enfermedades, este año únicamente se han detectado 12 casos de esta enfermedad en Europa (10 en Gracia y 2 en Rumanía).

Recomendaciones

A fin de evitar nuevos casos hasta determinar la etiología de estos casos, la Junta ha emitido una serie de recomendaciones como el uso de mosquiteras en puertas y ventanas, no estar al aire libre entre el atardecer y el amanecer, dejar las luces apagadas, evitar los perfumes intensos, tener una correcta higiene corporal, el empleo de ropa que cubra lo máximo la piel y sacudirla en caso de haber estado tendida en el exterior y, en caso de usar repelentes, seguir las recomendaciones sobre el modo de empleo.