La pandemia devasta al mundo
La crisis sanitaria del coronavirus ha provocado más de 700.000 fallecidos en todo el planeta, mientras se busca aceleradamente una vacuna.
El coronavirus no da tregua. Más de 700.000 personas han perdido la vida a causa del patógeno en lo que va de pandemia, según los datos recabados por la Universidad Johns Hopkins. Las cifras continúan en pleno ascenso y son más de 18,5 millones de personas las que han contraído el virus. La nota positiva es que más de 11 millones de pacientes han conseguido superar la enfermedad de la COVID-19.
El ritmo continúa en línea ascendente, puesto que diariamente se producen en el mundo entre 4.000 y 7.000 defunciones por coronavirus. Estados Unidos es el país que, en cifras, más ha sufrido el virus. Hasta el momento, son más de 156.000 las personas fallecidos y cerca de 4,8 millones de contagiados. Le sigue Brasil, con casi 96.000 decesos, cerca de alcanzar los 100.000 muertos.
La situación, en la actualidad, es especialmente preocupante en América, donde diariamente se siguen registrando altas cifras de nuevos casos y fallecidos. Brasil y Estados Unidos continúan sin contener los contagios, preocupa la situación de México, con una curva claramente al alza y países como Argentina están batiendo récords diarios de nuevos positivos y muertos por coronavirus.
España, cerca de las 30.000 muertes
En Europa, el virus ha dado un respiro en número de fallecidos, pero el virus continúa circulando. A la vista está con los datos de nuevos infectados que comunican los países. En España, de hecho, en las últimas semanas la pandemia se ha acelerado y ya hemos superado los 300.000 contagiados. Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), afirmó el pasado lunes que la situación no es “especialmente grave ni comparable a la de hace unos meses”, pero lo cierto es que el número de muertes diarias han sufrido un repunte en los últimos días, situando el total en 28.499 fallecidos.
Los datos de hospitalizados también se han incrementado, los brotes continúan surgiendo (560 activos según la última actualización) y la experiencia dice que el número de fallecidos se empieza a notar tres o cuatro semanas después de que aumenten las cifras de nuevos contagiados. Por eso, nuestro país continúa alerta y los centros sanitarios han avisado de un posible colapso.
Los dos países europeos con mayor número de muertes hasta el momento, Reino Unido (con 46.295) e Italia (con 35.171), viven actualmente una etapa de estabilidad y control de los contagios y fallecidos. Por su parte, China, país origen del virus, sí ha sabido controlar el número de fallecidos y en la actualidad, según cifras oficiales, ha tenido 4.677 decesos.
Búsqueda de una vacuna
Mientras todas las naciones combaten el virus, la ciencia sigue investigando sin descanso un virus desconocido para todo y que ha puesto en jaque todo el orden mundial. Las informaciones que llegan en el desarrollo de una potencial vacuna son esperanzadoras y algunos de los proyectos más avanzados como el de la Universidad de Oxford o el de la empresa estadounidense Moderna se encuentran en la última fase de los ensayos clínicos. Si se culmina esta fase 3 con éxito, el siguiente paso sería la fabricación y distribución de tan esperado remedio.
Inmunidad de grupo
Mientras tanto, un artículo publicado en la prestigiosa revista científica Science afirma que entre el 20 y el 50% de la población mundial podría tener linfocitos T en su organismo, unas células que le proporcionaría cierta inmunidad al coronavirus. Los investigadores han observado que esos linfocitos T están en el cuerpo de personas que no se han expuesto al virus gracias a haber pasado gripes o resfriados comunes. De confirmarse, la población mundial estaría mucho más cerca de alcanzar la soñada inmunidad de grupo, que haría mucho más difícil al virus circular y propagarse, puesto que una gran parte de la población tendría inmunidad al patógeno.
A pesar de que las vacunas y las últimas investigaciones científicas insuflan optimismo a la sociedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS), de boca de su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha rebajado ese positivismo y advirtió de que “tal vez nunca haya una cura contra el coronavirus”. El máximo mandatario de la institución sanitaria añadió que los efectos de la pandemia se notarán durante décadas y es que no olvida que el coronavirus ya se ha cobrado la vida de más de 700.000 personas en todo el mundo.