Francia intenta salvar una segunda ola de contagios y el primer ministro Jean Castex acudió a Lille para pedir a la población que no se podía bajar la guardia en vacaciones y para ello deben mantener la distancia de seguridad y usar siempre mascarilla.

Pero un especialista en infecciones del país parece ir a contracorriente y sostiene que lo mejor que podría pasar en Francia es que los jóvenes se contagiaran con la COVID-19 unos a otros para crear inmunidad de grupo. “Puede que no sea políticamente correcto, pero creo que debemos dejar que se contagien unos a otros, siempre y cuando no vean a sus padres y abuelos”, dijo Éric Caumes, jefe del departamento de infecciones del Hospital Pitié Salpêtrière en País para Le Parisien.

El especialista en infecciones cree que resulta muy complicado “imponer” normas a los jóvenes, “hacer que lleven mascarilla y que se reúnan en vacaciones”. Que se contagien en masa sería bueno para el nuevo año escolar. “Al permitir que se contagien conseguiremos una inmunidad de grupo y esto resultará importante en el inicio del curso escolar para los colegios y universidades”.

Esta idea de Caumes tiene sus peligros. “Los jóvenes también pueden padecer complicaciones graves”, advierte.

Sin embargo, Catherine Hill, epidemióloga, cree que la idea de Caumes es una locura. “Es de ignorantes pensar que las personas de menos de 30 años no se van a cruzar con gente mayor en la ciudad. Esto no tiene sentido. Tendríamos que vivir en un mundo separado por edades. Es completamente loco”, aseguró en BFMTV.