Los médicos internos residentes (MIR) de la Comunidad de Madrid continúan este lunes su lucha para acabar con las precarias condiciones en las que consideran que trabajan. El 13 de julio comenzó esta huelga cuyo final es incierto. Desde entonces, cada lunes en jornada ordinaria, se realiza una gran manifestación, con seguimientos del 38-43% según la consejería de Sanidad y del 90-95% según los convocantes.

Sin embargo, se ha prescindido de las manifestaciones por el centro la capital, como "muestra de voluntad" para el avance de las negociaciones con la Consejería de Sanidad y debido a "la desfavorable evolución” de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, que vuelve a poner en peligro la salud pública en la Comunidad de Madrid, que ya tiene 22 brotes activos.

No obstante, la huelga también está convocada todos los días de la semana en horarios de guardia, aunque la Comunidad dictó servicios mínimos del 100% para las guardias, que han sido recurridos judicialmente por ser "excesivos y vulnerar el derecho de huelga".

Negociaciones incompletas

El comité de huelga se reunió el jueves y el viernes con las Consejerías de Sanidad y de Hacienda para continuar la negociación tras haber sido recibidos por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en la sede del Gobierno. Estas negociaciones avanzaron en algunas de las reivindicaciones de los residentes, pero no se resolvieron otras peticiones que implicaban un aumento del gasto.

Sanidad desveló que se había avanzado “en el compromiso de lo relativo a la jornada, organización, formación y algunos aspectos retributivos”. Pero confesó que en el tema económico “ha habido una primera toma de contactos sin haber podido acercar posturas".

Por su parte, los MIR explicaron que han logrado "algún avance significativo, pero sin poder firmar un documento de compromiso ni desconvocar la huelga" debido a la falta de acuerdo en los aspectos económicos, según Pedro Viaño, miembro del comité de huelga.

Reivindicaciones

Entre las reivindicaciones de los MIR destacan el garantizar el descanso tras una larga guardia de 24 horas y elevar la retribución económica por hora de guardia. También piden garantizar una adecuada supervisión de los residentes más jóvenes por un médico durante la guardia, así como "un mínimo de días de formación a la semana".

Por otra parte, reclaman "un mínimo de congresos científicos, un mínimo de rotación externa o de días para cursos de formación continuada", así como tener un lugar adecuado de descanso durante la guardia, poniendo fin a las llamadas "camas calientes" compartidas por varios residentes en grandes hospitales.