Airbus, el gran fabricante europeo de aviones comerciales y principal competidor de la estadounidense Boeing a nivel mundial, ha salido muy mal parado de este primer semestre de 2020 marcado por la pandemia de coronavirus.

El descenso en los flujos de transporte aéreo provocado por el confinamiento ha hecho caer las entregas de aeronaves comerciales un 50% y eso se ha transformado en 1.919 millones de euros en pérdidas para la compañía, participada por gobiernos europeos como el francés, el alemán o el español y con instalaciones en Getafe y Sevilla. 

Este duro golpe lleva a la dirección de Airbus a plantearse ajustes que afectarán a la plantilla. Unas 15.000 personas podrían salir solo del área comercial de la empresa. De ellas, 900 en España. En total la empresa emplea a más de 130.000 personas, 12.600 en territorio español. Además se reajustarán los ritmos de producción. Por ejemplo se producirán 5 unidades del modelo A350 al mes en lugar de las seis que venían fabricándose. Esto se debe también en los cambios en la demanda de las compañías aéreas, que tendrán que adaptarse a la nueva situación y eso seguramente pasará por menos rutas y aviones más pequeños.

"No hay previsión de recuperación del mercado en 2020 o principisos de 2021 pero esperamos que el sector del avión de pasillo único se recupere en 2022 mientras que los de doble pasillo se tomaran más tiempo en reactivarse", explicó recientemente el presidente de la compañía con sede en Toulouse, el francés Guillaume Faury.

"Nos enfrentamos a una situación compleja y rodeada de incertidumbres, pero consideramos que, con las decisiones que hemos tomado, estamos preparados adecuadamente para atravesar estos momentos tan difíciles para nuestro sector", añade Faury, que ya tiene agendada una reunión con el presidente español, Pedro Sánchez, para negociar ayudas de su Gobierno.

Los helicópteros y la división militar mantienen el tipo

Mientras los guarismos de una compañía que en 2019 obtuvo 1.197 millones de euros de beneficio se hunden en su rama civil, las divisiones de helicópteros y defensa y espacio siguen funcionando a buen ritmo. Entre ambas han ingresado 4.092 millones de euros en lo que va de 2020, algo más que a estas alturas de 2019.

También lastra los resultados de la compañía en este ejercicio la multa de 3.600 millones de euros que tuvo que pagar a la justicia en Francia, Reino Unido y Estados Unidos para evitar una serie de procesos por corrupción tras recurrir a intermediarios no declarados para conseguir contratos civiles y militares, así como posibles incumplimientos de las leyes de tráfico de armas estadounidenses.