Cómo comprobar si una mascarilla casera es efectiva contra el coronavirus
Un profesor de la Universidad de Portsmouth recomienda dos pruebas para evaluar la capacidad de estos accesorios de evitar el contagio por COVID-19.
Las mascarillas de todo tipo se han convertido en un producto de primera necesidad ante la pandemia de coronavirus, y muchas personas han decidido crear sus propias mascarillas de tela en casa. Sin embargo, existen dudas sobre si estos accesorios caseros son efectivos. Por ello, Simon Kolstoe, profesor de la Universidad de Portsmouth, ha escrito un artículo en la revista Science Alert en el que explica cuáles son las pruebas que hay que hacer a estas mascarillas para ver si son efectivas contra el coronavirus.
Este accesorio sanitario suele tener un grosor de entre 0,1 y 1 milímetros, 1.000 veces más grande que las partículas de coronavirus, que tienen un tamaño de 0,8 micrometros. Esto debe respetarse en una mascarilla casera. Para comprobar si estos accesorios caseros tienen la suficiente calidad, Kolstoe propone dos tipos de prueba.
La primera consiste en encontrar a alguna persona que vapee, y grabarle mientras expulsa el vapor, lo que dará la idea de cómo la mascarilla contiene la respiración. Esa prueba será fundamental para considerar el diseño de las mascarillas, y si es necesario que se ajusten más a algunas zonas de la cara, como la barbilla o la nariz. Otro test que se puede hacer es el de apagar una vela con la mascarilla puesta. Cuanto más difícil sea, más efectiva será la mascarilla.
Una mascarilla que desactiva el virus
El Instituto de Medicina Molecular Joao Lobo Antunes de Lisboa avaló este sábado la mascarilla MoxATech, un accesorio sanitario que inactiva el COVID-19. Este producto ha sido desarrollado por varias empresas y científicos portugueses, y está a la venta desde abril, aunque su capacidad para inactivar el patógeno no se ha descubierto hasta ahora.
Esto es posible gracias a un revestimiento que neutraliza el virus cuando entra en contacto con él. Las pruebas han demostrado que, incluso después de 50 lavados, se produce una reducción viral del 99% tras una hora de contacto con el tejido. El Institut Pasteur de Lille ya había testado con éxito las capacidades antimicrobianas del tejido contra otros virus.