El ministro de Sanidad, Salvador Illa, informó la semana pasada de que el 45% de los rebrotes de coronavirus que han surgido en los últimos días tienen un origen familiar. Este dato, junto a la decisión de varias comunidades de imponer el uso de mascarillas en cualquier situación y con independencia de si se puede respetar la distancia de seguridad, ha provocado que resurja el debate sobre si debe obligarse a utilizar este accesorio en las reuniones familiares. De momento, solamente Baleares y Canarias han realizado una regulación concreta al respecto, aunque los expertos coinciden en que es aconsejable para evitar contagios.

Estos dos gobiernos autonómicos han decidido recomendar el uso de la mascarilla en las reuniones familiares ante el elevado número de casos que surgen ahí, y ante el riesgo de infectar a una persona de riesgo. “Los mayores peligros que se derivan de la no utilización de mascarilla se producen en ámbitos privados, en encuentros familiares y fiestas privadas, donde se pueden producir contagios y desencadenar brotes”, ha declarado el portavoz del Ejecutivo canario, Julio Pérez. En este sentido, el Gobierno insular no va a endurecer la normativa aprobada sobre mascarillas, aunque sí que va a empezar a aumentar el control y la vigilancia.

Cuando se inició la desescalada, se recomendaba que las personas en edad de riesgo utilizaran las mascarillas durante sus reuniones familiares para evitar los contagios. Sin embargo, ante la aparición de nuevos positivos en la franja de edad entre los 20 y los 40 años, las autoridades se han preocupado, ya que, si bien estas personas no deben tener ningún problema para superar la enfermedad, pueden contagiar potencialmente a otras personas, con especial atención a los grupos de riesgo. Por ello, varios expertos han pedido que se extienda el uso de la mascarilla en estos encuentros para intentar frenar el avance de los contagios.

Mascarillas obligatorias en 16 comunidades

Desde que Cataluña impuso el 9 de julio, ante el aumento de casos en la comarca del Segrià, el uso obligatorio de las mascarillas aunque pudiese mantenerse la distancia de seguridad, numerosas regiones españolas se han sumado a ello, y han regulado que el accesorio se utilice en todas las situaciones con algunas excepciones como comer, beber o hacer deporte.

Casi todas las comunidades han utilizado el mismo procedimiento, obligando a su uso en vías públicas urbanas y en espacios al aire libre y cerrados. El uso de la mascarilla, como afirmó la semana pasada un portavoz del Gobierno de Melilla, es una de las tres patas contra la propagación del virus, junto con la distancia social y el lavado de manos. Las dos últimas autonomías en sumarse a ello serán Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, que lo aprobarán este martes. La Comunidad de Madrid, por su parte, descarta de momento aplicar esta medida.