¿Quién paga los gastos si me confinan en un hotel estando de vacaciones?
Las administraciones públicas asumen el pago en estas circunstancias, ya que las aseguradoras no abonan nada ante el riesgo que supone la pandemia.
Uno de los primeros casos de coronavirus que se detectó en España fue el de un turista italiano en Tenerife, que obligó a poner en cuarentena a las más de 1.000 personas que se alojaban en el mismo hotel que él. Ante la posibilidad de que este caso pueda repetirse, son muchas las dudas sobre quién asume los gastos derivados de esta circunstancia, y a quién deben dirigirse los viajeros confinados obligatoriamente para ello. En esta situación, es el Estado el que paga los importes, ya que los servicios privados no cubren el COVID-19 ni las enfermedades derivadas de él. Esto se debe a que el coronavirus es una pandemia oficialmente reconocida como tal por las instituciones sanitarias, y que tiene un importante nivel de riesgo que no es asumido por las aseguradoras.
Inicialmente, los primeros que se encargan de los gastos extraordinarios son los hoteles, que han decidido dar cobertura en esta situación para no dejar a nadie desprotegido, y a la espera de ver cómo evolucionan los hechos. Después de esto, en el caso de España, son las administraciones públicas las que asumen la indemnización de los afectados por decisiones como el aislamiento forzado de los turistas, según recoge la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público.
En cuanto a las aseguradoras, no cubren nada como norma general, y, de hecho, si una persona cubierta por un seguro va a un hospital privado y da positivo por coronavirus, será redirigida a una clínica pública para recibir tratamiento allí.
Diferencias respecto de las cancelaciones
Muchas personas que tenían viajes reservados para este verano han decidido anularlos o aplazarlos por la incertidumbre de la situación. Ante esto, algunas empresas hosteleras están flexibilizando las políticas de cancelación o modificación de las reservas, y ofrecen la devolución del depósito o su conservación, pues entienden que este es un momento particular y han decidido ofrecer facilidades a los clientes.
Por el contrario, algunas aseguradoras no contemplan estas facilidades, y ni siquiera las personas que hayan contratado un seguro de viaje están exentas de perder el dinero. Todo depende del tipo de cobertura que se haya contratado. Las empresas de seguros no consideran que el COVID-19 sea una causa de fuerza mayor, sino externa, y por ello no lo cubren. Para que fuera así, los asegurados deberían haber contratado una cláusula específica para una epidemia.