Las investigaciones sobre las cuentas en paraísos fiscales de Juan Carlos I generan un gran dilema en la Casa Real. Según publica este sábado El País, el rey emérito es consciente de que debe alejarse de la institución para que esta no se vea salpicada, pero por ahora se niega a renunciar al título honorífico y vitalicio de monarca que adquirió tras abdicar en favor de su hijo, Felipe VI, en 2014.

El Rey actual, su antecesor y el Gobierno no han acordado aún una fórmula para que Juan Carlos I de un paso a un lado. En la Casa Real abogan porque renuncie voluntariamente al título de rey emérito derogando o modificando el Real Decreto de 2014 que le otorgó esa condición junto a su esposa Sofía, pero parece que él se niega, lo que deja la pelota en el tejado de su hijo, que podría volver a tomar una decisión salomónica como ya hizo con sus hermanas Elena y Cristina y eliminar a sus dos padres del organigrama real.

¿Cuándo se tomará una decisión? En principio la Casa Real pretendía esperar a que llegáse una querella de la Fiscalía ante el Supremo o una citación al rey emérito como investigado. Pero los acontecimientos se suceden deprisa y a día de hoy ya hay indicios suficientes apuntando a presuntas irregularidades.

Otras opciones

Mientras el Gobierno presiona a Zarzuela para que tome una decisión (esta "compete a la Casa Real", dijo el otro día la vicepresidenta Carmen Calvo), otra posibilidad es que se produja un alejamiento físico de Juan Carlos I del resto de la familia regia, sacándole de la vivienda que actualmente ocupa dentro de palacio para llevarle a otro sitio de La Zarzuela o a una vivienda de Patrimonio Nacional. Tampoco puede descartarse una salida al exterior, aunque esta podría dar la sensación de que elude sus responsabilidades con la justicia y de ser un exilio.Todavía no hay nada decidido