El positivo por coronavirus de siete trabajadores de una granja de visones en Teruel hace mes y medio despertó las sospechas. Finalmente las autoridades sanitarias han decretado el sacrificio de los en torno a 92.700 ejemplares de estos mamíferos que albergaban las instalaciones.

El motivo es que se ha detectado una transmisión masiva del virus entre los visones, con un 87% de ellos infectados, y se ha apreciado la posibilidad de que se haya dado un proceso de transmisión cruzada entre estos y los trabajadores de la granja ubicada en La Puebla de Valverde, esto último por ahora "una hipótesis" según Joaquín Olona, consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Aragón.

Olona asegura que "no hay motivo para generar alarma" pero también que hay que eliminar "cualquier riesgo", y de ahí una medida tan drástica. "No tenemos la seguridad de que no se vaya a producir una transmisión desde ese reservorio", añade preocupado.

Contagio importado

Olona afirma que el brote en esta granja fue originado por una persona ajena a la explotación que infectó a uno de los trabajadores. De este habría pasado a otros y también a los visones, en un proceso de transmisión humano-animal. También podría haberse dado ese mismo proceso a la inversa, aunque por ahora no es seguro.

Sacrificar a todos los visones será un proceso complicado, además de costoso económicamente, dada la cantidad de ejemplares y porque se debe hacer con una serie de precauciones para evitar el riesgo de contagio.