5,4 millones de estadounidenses han perdido su seguro médico en lo que va de pandemia
La pérdida de empleo provoca quedarse sin seguro de salud. Sin esta cobertura, cada persona debe pagar la factura cada vez que acude a un hospital.
La pandemia del coronavirus está causando estragos en Estados Unidos. A la crisis sanitaria y a los casi 3,5 millones de casos confirmados, se suma una crisis social y económica de dimensiones aún por confirmar, pero que ya que ya se está empezando a notar. Un reciente estudio de Families USA revela que entre febrero y mayo unos 5,4 millones de estadounidenses se quedaron sin su seguro de salud a causa de la pérdida de su empleo.
La cifra supera la experimentada en el periodo de crisis económica sufrido entre 2008 y 2009, cuando 3,9 millones de habitantes perdieron el seguro médico, lo que supone un incremento de casi un 40% comparando ambas cifras. “Sabíamos que estos números serían grandes”, dijo Stan Dorn, uno de los autores de la investigación. “Esta recesión económica es la peor desde la Segunda Guerra Mundial. Por tanto, no es sorprendente que también veamos este aumento en las personas que se quedan sin seguro”, añadió.
El estudio ha analizado los efectos de la pandemia en los adultos despedidos menores de 65 años. Por estados, las mayores pérdidas se produjeron en California, Texas, Florida, Nueva York y Carolina del Norte. Los cuatro primeros son los estados que más positivos suman en lo que va de pandemia. Por ejemplo, en Texas, el número de personas sin seguro aumentó de aproximadamente 4,2 millones de personas sin seguro a casi 4,9 millones. Las cifras indican que en este momento tres de cada 10 tejanos no tienen seguro médico.
¿Qué pasa si no tengo seguro médico?
Hay que recordar que el sistema sanitario en Estados Unidos es diferente al que conocemos en España. En el país norteamericano, casi la mitad de la población tiene un seguro médico a través de su empresa, recibiéndolo como parte de su compensación salarial. El nivel de protección varía según la empresa y en casi todos los casos el trabajador tiene que costearse parte del tratamiento médico que reciba, ya sea en una cantidad mayor o menor.
Sin embargo, si pierdes el trabajo, pierdes el seguro. En este caso, al ciudadano estadounidense le quedan tres opciones. Una, entrar dentro del programa Medicaid, que atiende aproximadamente al 20% de la población. Está destinado a gente con pocos recursos, son seguros médicos gratuitos pagados con fondos estatales y federales, pero en la práctica no es tan sencillo. En muchos hospitales, no atienden personas con este tipo de seguro. La segunda opción, Medicare, sólo es válida para personas mayores de 65 años. El funcionamiento es parecido al de Medicaid, pero con mayor cobertura. Aunque no da tantos problemas como el primero, no es tampoco muy fiable.
La tercera opción es quedarse fuera del sistema, sin seguro médico. En esta situación está aproximadamente el 9% de la población. Estar sin seguro no significa que no te vayan a atender cuando tengas que acudir a un hospital, pero sí que tendrás que pagar todo de tu bolsillo, generándose facturas hospitalarias desorbitadas. El coronavirus ha azotado con fuerza a Estados Unidos y ahora socialmente la grieta puede ensancharse. De momento, ya se está viendo en la pérdida de empleo y por tanto la consecuente pérdida de seguros médicos.