El actor Nick Cordero ha fallecido este domingo a los 41 años después de tres meses de lucha contra el coronavirus en un hospital de Los Ángeles. Pese a haber dado negativo en el virus en las últimas pruebas que se le realizaron, las graves secuelas que le dejó la enfermedad desencadenaron en varias complicaciones que provocaron el fatal desenlace.

Amanda Kloots, esposa del actor, anunció la triste noticia a través de las redes sociales. "Mi querido esposo falleció esta mañana. Su familia lo rodeó de amor, cantando y rezando mientras salía gentilmente de esta tierra", escribió.

La batalla de Cordero contra el coronavirus comenzó el pasado 20 de marzo, cuando el actor notó síntomas de neumonía antes de que le confirmasen que había contraído el COVID-19. Su mujer ha ido relatando a través de las redes sociales los esfuerzos de los médicos por salvar la vida de Cordero con numerosos tratamientos como el uso de un respirador, diálisis y un baipás cardiopulmonar. Durante este tiempo Cordero tuvo que hacer frente a otros problemas derivados del coronavirus como un paro cardiaco, varios ataques y una sepsis antes de que le tuvieran que hacer una traqueotomía y le amputasen una pierna a causa de los trombos. De hecho, la situación parecía mejorar para Cordero después de haber dado negativo en dos pruebas el 24 de abril y despertar del coma el 12 de mayo. Sin embargo, una semana después, el actor sufrió serias complicaciones en los pulmones de las que no se pudo recuperar.

El caso de Nick Cordero ha tenido mucha repercusión en los medios estadounidenses al ser una de las grandes figuras de Broadway y el relato de cómo combatía al virus en el hospital. De hecho Cordero permaneció en coma varias semanas a causa de los daños que el virus provocó en su cuerpo. La semana pasada se anunció que Cordero debía someterse a un doble transplante de pulmón a causa de la enfermedad.

Hijo de padre costarricense y madre canadiense, Cordero empezó a forjar su carrera como artista en Toronto antes de dar el salto a Nueva York en 2007, donde participó en obras como "The Toxic Avenger" antes de dar el salto a Broadway con "Rock of Ages" en 2012 y convertirse en toda una estrella en "Bullets Over Broadway", la obra en la que conoció a Kloots, la mujer de su vida, y por la que estuvo nominado a los Premios Tony en 2014.