El Gobierno, los empresarios y los sindicatos alcanzaron el jueves pasado un acuerdo para extender los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) vinculados a la crisis del coronavirus hasta el próximo 30 de septiembre. Esa prórroga incluye una cláusula según la cual las empresas que sufran un rebrote del virus se puedan acoger a un ERTE por fuerza mayor.

ERTE con condiciones

Las compañías que se acojan a un ERTE debido a un eventual rebrote estarán obligadas a mantener el empleo de sus trabajadores durante seis meses y no podrá haber despidos. En palabras de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, “no tendía sentido que se pagaran nóminas con dinero público si se permitiese despedir”.

Al alcanzar el acuerdo el jueves pasado, la ministra Díaz aclaró: "Si una empresa se acoge a un ERTE no podrá realizar horas extra, ni nuevas contrataciones de las ya existentes, ni subcontratación, salvo que sea una categoría profesional que no está en la empresa". El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, aseguró que la ampliación de los ERTE y la prestación para los autónomos costarán a la Seguridad Social entre 10.000 y 11.000 millones de euros.

El acuerdo sobre los ERTE supone también la reducción de la cobertura de las cuotas a la Seguridad Social que el Estado asume en la actualidad para aquellos trabajadores afectados por el expediente de regulación. De esa manera, y en función de la cantidad de empleados y de las condiciones de la compañía, la cobertura irá bajando del 75% al 25% hasta septiembre.

El Ministerio de Trabajo propuso también que, en caso de rebrotes del virus, se mantenga la cobertura del 80% para las empresas que tengan menos de 50 trabajadores y del 70% para aquellas que tienen más de empleados.