Aglomeraciones, peleas, puñaladas… en las playas. Los días más calurosos del año en Gran Bretaña se han convertido en un peligro en los arenales británicos, por la expansión de coronavirus y para la integridad física. Primero sorprendieron las imágenes de Bournemouth, donde la gente apenas guardaba las distancias de seguridad y después esas escenas se repitieron en un país que acumula 186 fallecidos en las últimas 24 horas.

"Es muy importante que la gente entienda si observa lo que está sucediendo en otras partes del mundo en las que ha habido desconfinamiento. Me temo que se están tomando demasiadas libertades, la gente se mezcla demasiado y no se respeta la distancia social”, decía Boris Johnson, el primer ministro. Los hechos le dan la razón.

Según reveló Sky, en la controvertida playa de Bornemouth hubo una pelea en la que tres hombres resultaron heridos con un cuchillo en la cara y la espalda por la noche cerca del muelle. Eran jóvenes que rondaban los 20 años y su situación no es grave. "Reforzaremos la presencia policial en la zona", aseguraban desde la Policía.

Otros dos jóvenes recibieron puñaladas en Leysdown on Sea, en Kent, en una fiesta ilegal en la que se reunieron cientos de personas.

Peleas concertadas

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En Ogmore-by Sea, en Gales, se produjo una pelea multitudinaria, que las autoridades sospechan que estaba pactada. "Creemos que muchas personas han viajado para generar un desorden grave y violento", comentaban las autoridades. También hubo peleas en Devon, en la zona de Tyneside e incluso algunas mostradas con vídeos e imágenes.

A la vez, se disolvieron múltiples fiestas ilegales y aglomeraciones puntuales. Caos y disturbios, cuando la pandemia está lejos de terminarse y golpea con fuerza muchas partes del mundo.