La escasa presencia de seres humanos en las calles de la ciudad tailandesa de Lopburi a causa de las medidas para frenar a la pandemia del coronavirus ha provocado un llamativo fenómeno. Unos 6.000 monos han aprovechado las circunstancias para adueñarse de esta localidad mientras sus ciudadanos permanecían confinados ante el avance de la enfermedad.

La masiva presencia estos simios en Lopburi, territorio conocido como ‘La ciudad de los monos’, ha provocado que los ciudadanos se mantengan encerrados en sus casas. El mal olor y la actitud agresiva de los macacos por la falta de alimento está causando grandes problemas en una población de 27.000 habitantes que observa atónita los acontecimientos.

“Nosotros vivimos en una jaula y los monos en libertad. Los excrementos están en todas partes, el olor es insoportable, sobre todo cuando llueve”, asegura al diario Daily Mail un comerciante de esta ciudad, que se encuentra situada 150 kilómetros al norte de la capital de Tailandia, Bangkok. La rebelión de estos simios ha traído consigo el cierre de negocios y la necesidad de establecer medidas de protección para evitar que se cuelen en los domicilios.

La ausencia de turismo, clave

Las autoridades explican este fenómeno por la ausencia del turismo. Los visitantes que llegaban a Lopburi acudían a ver a los monos y les alimentaban y, ante la falta de este recurso, los monos han acabado invadiendo la ciudad. “Sin los turistas, los monos están más agresivos, peleándose con humanos por comida para sobrevivir. Invaden edificios y obligan a los residentes a dejar sus casas", relata Suparkarn Kaewchot, una veterinaria del gobierno.

Además, el notable aumento de la población de monos de esta zona de Tailandia (se estima que se ha multiplicado por dos en los últimos tres años) también ha contribuido a acabar con la armonía que existía entre los ciudadanos de la localidad y los macacos. Las autoridades están intentando instaurar el orden y frenar esta tendencia colocando jaulas con frutas en su interior para capturar a los monos y, posteriormente, proceder a esterilizarlos.

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Foto: AFP / MLADEN ANTONOV

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