Coronavirus

Coronavirus: ¿cuáles son las secuelas psicológicas tras el confinamiento?

Muchas personas acusan ahora el haber estado más de dos meses en su domicilio. Repasamos las consecuencias que puede haber ocasionado.

El confinamiento provocado por la pandemia del coronavirus hizo que durante más de dos meses (hasta que se permitió salir a pasear o a hacer deporte) solo se pudiera salir a la calle para hacer la compra, ir a la farmacia, ir a trabajar, para ir a un centro sanitario o para casos concretos. Esto puso a prueba la capacidad física y mental de todas las personas, que nunca se habían visto expuestas a esta situación. El aislamiento provocó que el contacto social se redujera al mínimo, hubo monotonía, aburrimiento, sensación de soledad y muchas otras situaciones que nunca se habían experimentado, como el síndrome de la cabaña.

Todo este tiempo ha podido provocar consecuencias psicológicas en todas las personas que han estado confinadas durante este tiempo. A pesar de que poco a poco se va recuperando la vida diaria normal, que se puede salir a la calle o que se puede volver a ver a amigos y familiares, muchos ciudadanos están sufriendo ahora consecuencias provocadas durante el confinamiento.

Estrés post-traumático

Es uno de los trastornos que están viviendo muchas personas después del confinamiento. Se manifiesta después de haber vivido un acontecimiento impactante como es la pandemia del coronavirus. Los afectados recuerdan en todo momento lo vivido, las circunstancias adversas. Los expertos recomiendan vivir el presente y ser fuertes ante la situación, intentando pensar lo mínimo posible en lo que ha ocurrido.

Ansiedad

Es otro de los trastornos que han aparecido tras el confinamiento. Aparece por la preocupación, el miedo intenso y persistente sobre situaciones diarias, que incluso pueden llegar a ocasionar ataques de pánico. Aparece por la incertidumbre que puede haber causado en su trabajo el coronavirus, por el miedo a contraer el coronavirus. Los médicos aconsejan no mirar tanto al futuro y sí al presente.

Depresión

La depresión se describe como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. Los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren en la vida diaria cuando un acontecimiento trastoca todo ese esquema de vida. El coronavirus ha provocado muertes repentinas en muchas familias, se han perdido empleos, ha impedido ver a seres queridos y ahora se ven las consecuencias. En su estadio más grave, puede ocasionar depresión.

Adicciones

El confinamiento obligaba a estar las 24 horas metido en casa, por lo que aumentó el consumo de chocolate, por ejemplo. Pero también adicciones peligrosas como el alcohol, que pueden ocasionar graves problemas de salud. Las adicciones durante estos meses se han multiplicado y la gestión de cada persona es diferentes. Las consecuencias se verán en los próximos meses.

Manías y tics

El hecho de estar en casa todo el día ha podido hacer que cojamos costumbres que antes no teníamos porque no pasábamos tanto tiempo en nuestro domicilio. El confinamiento ha provocado que muchas personas adquieran unos patrones de conducta, unas manías que ahora, aunque haya comenzado el desconfinamiento continúan. La duda es cuánto durarán esas manías y tics o perdurarán en el tiempo.

Aprensiones

El coronavirus ha provocado miedo entre la población. De hecho, son muchas las personas que ahora tienen recelo de recuperar su vida diaria, en especial la social, por miedo a contraer el virus. Desde ir a cenar a un restaurante hasta ir a un concierto pasando por coger el transporte público. El miedo está ahí y depende de cada persona saber gestionarlo.

Hipocondria

Es el sentimiento que se da en personas que piensan siempre en que van a contagiarse, en definitiva, en que todo lo peor que pueda pasar, va a pasar. En eso no ha ayudado el exceso de información que hemos tenido durante todos estos meses, puesto que al estar en casa veíamos más la tele o nos informábamos más de lo que lo hacíamos habitualmente.