Una nueva vacuna contra la COVID-19 está siendo desarrollada por investigadores del Instituto de Productos Biológicos de Pekín (Sinopharm), en China. El medicamento ya ha sido probado en monos, cuyos anticuerpos aumentaron sin provocar efectos secundarios. Ya se ha puesto en marcha una prueba de la vacuna en humanos, con la participación de 1.000 personas.

La investigación fue publicada en la revista médica Cell el sábado pasado, y en ella se dice que la vacuna candidata, de nombre BBIBP-CorV, introdujo anticuerpos de alto nivel capaces de impedir que el virus infecte células de monos, ratas, cobayas y conejos.

La vacuna desarrollada por el instituto de Pekín, que está afiliado al Grupo Farmacéutico Nacional de China, está entre las cinco candidatas que la potencia oriental probará en humanos. En todo el mundo se están desarrollando más de 100 potenciales vacunas contra la COVID-19 en reconocidas compañías farmacéuticas como Pfizer, Johnson & Johnson o AstraZeneca.

Una segunda vacuna candidata

Aparte de la vacuna BBIBP-CorV, el Sinopharm está probando otra vacuna candidata que fue desarrollada en la unidad del instituto ubicada en Wuhan, la ciudad en la que se originó la pandemia del coronavirus. La entidad ha invertido más de 141 millones de dólares (cerca de 124 millones de euros) en proyectos de vacuna, y las dos candidatas mencionadas han sido aplicadas a más de 2.000 personas en pruebas clínicas.

María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y de Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud, ha asegurado este miércoles que una vacuna contra el virus no estará disponible este mismo año, sino "tal vez" a principios del próximo o en diez o 12 meses. Sin embargo, se ha mostrado optimista con los tratamientos que se están desarrollando e informó de que en algunas semanas se sabrá si aportan beneficio a los pacientes que padecen COVID-19.