Puritan Medical Products, fábrica de test para la detección del coronavirus, ha decidido eliminar todo el material producido durante la visita de Donald Trump. El presidente norteamericano paseó por la empresa de Maine sin ningún tipo de protección, mientras los trabajadores que le rodeaban iban ataviados con batas, guantes, gafas protectoras, mascarillas y redes para el pelo, según informa USA Today. Trump, incluso, se paró a hablar con los trabajadores y realizó una simulación con una de las pruebas.

Puritan no ha informado de la cantidad de pruebas contra la COVID-19 que serán desechadas, pero asegura que no es muy elevada. Tampoco especifico el motivo. “El funcionamiento de las máquinas fue muy limitado y solo ha ocurrido cuando el presidente recorrió las instalaciones”, asegura Virginia Templet, gerente de la compañía. "Los hisopos producidos durante ese tiempo serán descartados".

Desde la Casa Blanca no han querido valorar la decisión de la empresa. Sin embargo, el gobernante siempre ha defendido su manera de actuar, señalando que las normas del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades no obligan a usar mascarillas, solo la recomiendan.

Ley de la Guerra de Corea

No es la primera vez que Trump visita una fábrica sin las requeridas medidas de protección: recorrió una planta de Ford en Michigan, una empresa de equipos de protección personal en Pensilvania y otra de respiradores en Honeywell, Arizona, en el pasado. Estos tours se enmarcan en su defensa de la industria americana que, según él, está mostrando un ingenio y una dedicación no vista en el país desde la Segunda Guerra Mundial.

Estados Unidos, como el resto del mundo, sufrió un problema de desabastecimiento de pruebas y otros materiales sanitarias y de protección en los instantes iniciales de la crisis. Por ese motivo, Trump usó la Ley de Producción de Defensa de la Guerra de Corea (1950-1953) para aumentar la producción con ayudas directas desde el gobierno federal. Y dentro de esas subvenciones, se encuentra Puritan, que recibió millones de dólares para duplicar su fabricación. Es, además, una de las dos únicas compañías que elaboran el tipo de hisopos necesario para los test contra la enfermedad en el territorio norteamericano.