La inmovilización, el encamamiento, el confinamiento o una enfermedad médica que haya provocado la movilidad reducida, puede provocar que se produzca una segunda oleada de trombos en las piernas y en los pulmones. Ante ello, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), ha exigido que la Seguridad Social financie los anticoagulantes orales de acción directa (ACODS) durante la pandemia.

"Son fármacos seguros para tratar el tromboembolismo pulmonar (TEP) o la trombosis venosa profunda (TVP) que ayudarían a evitar nuevos contagios de COVID-19, al no requerir que los pacientes acudan a un centro de salud para ajustar la dosis", señalan desde la SEPAR. Además, añaden que supondría un ahorro de 80 millones de euros al año.

"Debemos prepararnos y el Ministerio de Sanidad debería aprobar de forma prioritaria la financiación pública de los anticoagulantes orales de acción directa. Urge ahorrar costes al sistema sanitario", apuntaba el doctor Luis Jara Palomares, neumólogo y coordinador del Área de Circulación Pulmonar de SEPAR.

El único país europeo donde no se financian estos fármacos

España es el único país en toda Europa que no financia los anticoagulantes orales de acción directa pese a que las Guías de Práctica Clínica para el Diagnóstico y Manejo del embolismo pulmonar agudo desarrolladas por la Sociedad Europea de Cardiología, acompañada por la Sociedad Europea de Respiratorio, establecen que es un tratamiento de primera elección para estos episodios.

Luis Jara Palomares señalaba que: "De las opciones terapéuticas disponibles para tratar el tromboembolismo pulmonar, en esta era COVID-19 hay que recurrir a aquellas que no precisen un control en el sistema sanitario, para que el paciente no tenga que acudir a su centro de salud y así evite su contagio".

Evitar nuevos contagios y un ahorro para el sistema sanitario

En el escenario actual, la aprobación de la financiación pública de los ACODS supondría, además de evitar nuevos contagios por coronavirus, un ahorro de más de 20 millones de euros para el sistema sanitario español. "Respecto a los antagonistas de la vitamina K, los ACODS son igual de seguros, más eficaces, y con la ventaja de que el paciente no tiene que acudir al centro de salud; y, respecto a las heparinas de bajo peso molecular -otro posible tratamiento-, el coste de los ACODS es cuatro veces menor, añadía el neumólogo de la SEPAR.

El confinamiento, un riesgo

A causa del coronavirus, la población ha tenido que confinarse en sus casas, y esto ha supuesto un riesgo por el desarrollo de trombos. "El confinamiento ha disminuido la movilidad de la población general y la inmovilización es un factor de riesgo para la formación de trombos, más en personas mayores. Para evitarlo, en esta época de confinamiento es crucial la movilización diaria y la realización de ejercicio físico, en casa o en la calle, con mascarilla y en un lugar poco concurrido", finalizaba Jara Palomares.