Millones de personas se han visto afectadas por un ERTE durante la pandemia. Una de las grandes preguntas que se hacen estos trabajadores, ahora que la temporada de verano ya está aquí, es saber qué ocurre con sus vacaciones. La respuesta es que, mientras dure el expediente, si este es completo el empleado no generará derecho a tener días de descanso.

Aunque si el ERTE es de reducción de jornada, los días libres que corresponden a cada afectado permanecerán intactos. En caso de estar disfrutando de las mismas cuando se aplica el expediente, se consideran interrumpidas debido a la suspensión temporal del contrato laboral y sólo contarán los días disfrutados hasta que se haga efectiva dicha suspensión.

Si se tenían fijadas en el calendario, pero debido a la crisis sanitaria no se puede viajar, las vacaciones no se aplazan, puesto que si estaban aprobadas y la actividad de la empresa ha continuado, no hay nada que obligue al cambio del periodo vacacional.

En el caso de que no se pudieran disfrutar las vacaciones en el año natural correspondiente por la prolongación del ERTE, la empresa deberá sacar temporalmente a los trabajadores del expediente para que puedan cogerlas, pagándoles su salario habitual y cotizando por ello mientras dure el periodo vacacional.

Tampoco pagas extraordinarias

El derecho a percibir pagas extraordinarias se genera por cada día trabajado, y el importe es proporcional al tiempo dedicado. Por ello, las pagas extras también se ven afectadas por esta situación, y mientras dure el expediente de regulación temporal de empleo, el empleado no devengará las mismas. En cualquier caso, para el cálculo de la prestación del SEPE ya se tiene en cuenta la parte proporcional de las pagas extra que se haya generado antes de la apertura del expediente, por lo que están incluidas en la cuantía a recibir. Cuando el ERTE es parcial, las pagas extra se reducen en proporción a la nueva jornada.

Prórroga hasta finales de septiembre

Trabajo y los agentes sociales llegaron a un acuerdo para extender los expedientes hasta el 30 de septiembre. Se llegó a un pacto para ir reduciendo las exenciones de cuotas de la Seguridad Social a medida que los trabajadores fueran recuperando su puesto.

Además, también se estableció la prohibición de acogerse a los ERTE a las empresas que estén radicadas en paraísos fiscales o que repartan dividendos, a menos que devuelvan a la Seguridad Social las cantidades que se hayan ahorrado con la exención del pago de cuotas.