El ‘Plan para la Transición hacia la nueva Normalidad’, más conocido como ‘programa de desescalada’ comenzó a ser efectivo el pasado 4 de mayo. El Gobierno decidió instaurar un plan por fases conformado por fechas aproximadas que podrían ir variando según las necesidades y riesgos de cada zona.

El claro ejemplo de este modus operandi comenzó a apreciarse el pasado lunes 11 de mayo cuando 11 comunidades autónomas, Ceuta y Melilla, y algunas provincias y áreas sanitarias pasaron a la fase 1 del plan de desconfinamiento. Sin embargo, otras muchas áreas afectadas como Madrid, Barcelona o gran parte de Castilla y León no han conseguido la autorización del Ministerio de Sanidad para comenzar la transición hacia la ‘nueva normalidad’.

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¿Cuánto dura cada fase de la desescalada?

El Ejecutivo confirmó el pasado 28 de abril que habían optado por una estructura dividida en cuatro fases (0, 1, 2 y 3) que podría adaptarse de forma particular a cada una de las provincias. En principio, para que cualquiera de las zonas pudiera superar cada una de las fases tendrán que recibir la aprobación del propio Gobierno unida a la confirmación de los organismos sanitarios.

En total, la desescalada podría durar entre seis y ocho semanas si se cumplen todas las fases a la perfección. Es decir, cada una de las fases tendrá una duración mínima de dos semanas, conformando un total de seis semanas en el mejor de los casos. Sin embargo, ya se ha podido apreciar que existen diferencias importantes entre comunidades y que, lo más probable, es que las comunidades con más casos de coronavirus acaben alargando el plan de desescalada. El calendario de aproximación sería el siguiente:

• Fase 0: a partir del 4 de mayo.
• Fase 1: a partir del 11 de mayo.
• Fase 2: a partir del 25 de mayo.
• Fase 3: a partir del 8 de junio.
• Nueva normalidad: a partir de finales de junio

El Gobierno no ha fijado unas fechas determinadas, por lo tanto, el baile de cifras puede ir cambiando según dicten los marcadores sanitarios. La toma de decisiones debe estar coordinada entre el Ejecutivo y las comunidades autónomas basándose en los marcadores sanitarios. Según el Presidente del Gobierno, el objetivo de este plan de desescalada radica en “llegar a una nueva normalidad manteniendo a salvo lo más preciado: nuestro sistema de salud”. Una vez que todo el territorio español haya cumplido las tres fases “terminarán las restricciones, pero persistirá la vigilancia epidemiológica".

¿Cuáles son las fases de desescalada?

El Consejo de Ministros confirmó la escisión del Plan para la Transición hacia la nueva Normalidad a través de cuatro fases diferenciadas. "Se trata de una desescalada gradual, asimétrica y coordinada. Queremos poner a España en marcha protegiendo la salud de los españoles", comentó el propio Sánchez. Cada una de estas fases cuenta con medidas y recomendaciones que pueden ir adaptándose en función de la evolución de la pandemia. Todo ello, aplicado en un plazo aproximado de entre seis y ocho semanas.

Fase 0 o Preparación: preparación para la desescalada

Se trata de un paso inicial por el que muchas provincias ya han pasado que sirve para tantear la situación de cada territorio respecto a la pandemia. La fase 0 comenzó a ser efectiva el pasado 4 de mayo con la excepción de las islas de Formentera (Islas Baleares), La Graciosa y La Gomera (Islas Canarias) que pasaron directamente a la siguiente etapa por la ausencia de contagios.

Además de las condiciones impuestas con anterioridad como el permiso del ejercicio individual y la salida de niños y adultos con horarios restringidos, se ha reactivado la actividad de locales con cita previa de los clientes. Es decir, tiendas, peluquerías, restaurantes y locales comerciales de menos de 400 metros cuadrados pueden volver a la actividad con algunos cambios introducidos recientemente:

• Manutención de las medidas de higiene impuestas por el Gobierno (mascarilla, guantes y desinfección del local dos veces al día).
• Permitir un solo cliente por trabajador.
• Reactivación de los servicios sociales, centros educativos y universidades.
• Reapertura de centros científico-técnicos.
• Se permitirá el préstamos de libros en las bibliotecas y las visitas a museos, con un límite en el aforo de un tercio.
• Los centros deportivos de alto rendimiento podrán abrir con medidas de higiene.
• La asistencia a los velatorios pasa de tres a diez personas.
• Los lugares de culto se pueden abrir, a un tercio de la capacidad como máximo.

Fase 1 o Inicial: inicio parcial de actividades

El objetivo de esta fase radica en ir adaptando a la sociedad a la ‘nueva normalidad’ de la que habla el Gobierno. En primer lugar, se permite el inicio parcial de actividades del pequeño comercio bajo unas normas muy estrictas:

• Limitar el aforo al 30%.
• Mantener la distancia mínima de dos metros entre clientes.
• Horario preferente para los mayores de 65 años.
• Se incorpora el permiso para cazar y pescar
• Sigue vigente la limitación de 400 metros cuadrados en espacios cerrados para los negocios que quieran abrir de cara al público, pero aquellos que tengan más capacidad pueden delimitar 400 metros para atender al público.
• Se permite también la apertura de centros de día para personas con dependencia en función de las condiciones de cada comunidad autónoma.

Cabe destacar que en la Fase 1 todavía no se permite la apertura de centros comerciales con la finalidad de evitar las grandes aglomeraciones de población.

En otro apartado, el Gobierno autoriza a los hosteleros la apertura de bares y restaurantes con la única restricción del servicio exclusivo en terrazas al aire libre. Eso sí, la ocupación máxima de las mismas se ha limitado al 50%, a pesar de que en las medidas iniciales se marcó un 30% del total de la terraza. En este apartado, es importante destacar la apertura de hoteles y alojamientos turísticos excluyendo las zonas comunes de dichos establecimientos.

Además, es posible realizar reuniones sociales en grupos de hasta 10 personas que no formen parte del grupo de riesgo o cuenten con alguna patología previa. Todo ello, dentro de la misma provincia, por lo que los viajes interprovinciales están prohibidos. Amigos y familiares pueden reencontrarse, siempre que no se supere el máximo impuesto, en domicilios privados o terrazas al aire libre. También se permite acudir a un máximo de 15 personas a los velatorios que sean celebrados al aire libre, un número que se reduce a 10 personas como máximo en instalaciones interiores.

Por último, la Fase 1 también incluye la normalización del sector pesquero y agroalimentario y la apertura de los lugares de culto a un tercio de su capacidad. También, y como hemos podido apreciar en el mundo del deporte, se permite reanudar la normalidad en los centros de alto rendimiento siguiendo todos los protocolos de seguridad.

Comunidades y provincias que no han entrado en la fase 1

El Gobierno ha rechazado el cambio de fase a la Comunidad de Madrid al completo. Lo mismo ocurre en el área metropolitana de Barcelona y gran parte de Castilla y León, con excepción de algunas zonas básicas de salud que sí han pasado a Fase 1.

Sí han pasado a la Fase 1 de la desescalada, los territorios de Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia, Navarra, País Vasco, Aragón, Ceuta y Melilla, Andalucía y Castilla La Mancha.

Fase 2 o Intermedia: apertura de locales con limitación de aforo

Como su propio nombre indica, se trata de una fase intermedia en la que se facilitará un mayor contacto social y donde destaca un apartado fundamental: los viajes a las segundas residencias. Eso sí, siempre que estas viviendas se mantengan dentro de la misma provincia. En la Fase 2 aún no están permitidos los viajes interprovinciales.

Además, se permitirán las reuniones de hasta 15 personas, lo que supone un incremento de 5 respecto a la Fase 1.

En otro punto, destaca la apertura interior de restaurantes para el servicio de mesas con limitación de un 30% del aforo. Las bodas y los velatorios con un tope de 15 asistentes y los centros comerciales abrirán sus puertas al público limitando su capacidad al 40% de personas.

Los cines, teatros y otros locales basados en el ocio podrán reactivar los servicios habituales con limitaciones del 30% del aforo y la llamada ‘butaca preasignada’ como condición previa al acceso al local. La cultura continúa su camino hacia la normalidad, y también podrán realizarse visitas a monumentos, salas de conferencia y salas de exposiciones, siempre que se respete un tercio del aforo total.

En general, las actividades culturales y los seminarios científicos se podrán llevar a cabo siempre que haya menos de 50 participantes sentados y un número menor a 400 personas sentadas si es al aire libre. Los lugares de culto ampliarán su aforo hasta el 50% y se reanudará la actividad en todo lo relacionado con la pesca y la caza deportiva.

En cuanto a los centros de educativos, abrirán aquellos destinados a los niños de hasta seis años cuyas familias puedan acreditar que tienen que realizar un trabajo presencial. De forma voluntaria podrán regresar los alumnos de la ESO, Formación Profesional y Bachillerato en grupos más pequeños, además de la reactivación de los centros de Educación Especial. En un punto destacado está la confirmación de la EBAU para todos los estudiantes que tengan que examinarse. Por ello, los propios centros educativos tendrán que consensuar programas de refuerzo.

En lo que se refiere a los deportes, solo se permitirá el entrenamiento básico en ligas no federadas y el entrenamiento total en las ligas profesionales. Por lo tanto, las competiciones profesionales como LaLiga Santander o LaLiga 123 podrán volver a reactivarse con la excepción de la falta de público. Los partidos se llevarán a cabo a puerta cerrada o con limitación de aforo. Lo mismo ocurre con los espectáculos al aire libre.

Territorios que han pasado a la Fase 2

Formentera, La Graciosa, La Gomera y el Hierro han recibido la autorización por parte del Ministerio de Sanidad para que avancen a la siguiente etapa. El motivo se debe a la escasa incidencia que la pandemia ha tenido en estos territorios.

Fase 3 o Avanzada: movilidad general más flexible

Cuando los marcadores sanitarios lo permitan, España pasará a la fase avanzada del plan de desescalada, el último paso antes de la nueva normalidad. De esta forma, se llevará a cabo una flexibilización de la movilidad general que disminuirán las restricciones respecto al contacto social. En general, los aforos impuestos durante la Fase 2 serán ampliados al mismo tiempo que se reactiva la actividad de otros establecimientos.

La flexibilización de la movilidad general es uno de los puntos más destacados de la Fase 3 de la desescalada, una nueva condición que permitirá aumentar la interacción presencial entre las personas con la movilidad urbana e interurbana al 100%.

El primer apartado donde puede verse aplicada esta norma es en el aumento de aforo en los locales de restauración, de ocio y comerciales hasta el 50% del total. Un porcentaje en el que también entran los cines y los teatros como locales de ocio. También aparece por primera vez la posibilidad de reabrir discotecas y bares nocturnos, eso sí, bajo unas “estrictas condiciones de separación” y un aforo máximo del 30%.

La reincorporación de los trabajadores de forma presencial a las empresas es otro de los apartados más importantes de la Fase Avanzada. En este caso, las compañías podrán comenzar con los protocolos de reincorporación presencial con dos puntos clave: horario escalonado y garantías de conciliación. Además de seguir todos los protocolos de seguridad impuestos por el Ejecutivo.

Los actos y espectáculos culturales al aire libre podrán llevarse a cabo si hay menos de 800 participantes, siempre que el público asistente permanezca sentado y manteniendo la distancia de dos metros. El turismo también se reactiva con la reapertura al público de las playas y parques naturales bajo las mismas condiciones de seguridad basadas en el distanciamiento. De la misma forma, las corridas de Toros estarán permitidas con una limitación de aforo que garantice una persona cada nueve metros cuadrados.

En el apartado deportivo, estarán permitidas las actividades al aire libre con las precauciones habituales y la apertura de espacios cerrados, siempre que el deporte no incluya el contacto directo. Es decir, para que puedan llevarse a cabo este tipo de actividades debe de haber un total de 20 metros cuadrados para cada deportista en dicha instalación.

Los aficionados podrán asistir a las competiciones permitidas hasta que se complete un tercio del aforo total. También llega el turno de los gimnasios que reabrirán sus puertas con un aforo limitado al 30% de su capacidad. Eso sí, no estará permitido utilizar los vestuarios.

La nueva normalidad

Si todo va según lo previsto, el Gobierno ha asegurado que a finales de junio entrará en vigor la ‘nueva normalidad’, un periodo en el que algunas de las restricciones seguirán presentes y donde el uso de la mascarilla será más que recomendado. El punto positivo es que, según el Gobierno, la actividad económica podría regresar a sus niveles habituales bajo las nuevas normas de distanciamiento social y protección individual.

¿De qué depende el cambio de fase?

Pasar de una fase a otra depende de la situación de cada una de las zonas afectadas por la pandemia. Por ello, el Gobierno ha establecido unos indicadores con los que poder determinar si el nivel de riesgo es el adecuado para cambiar de fase. Se trata de un conjunto de apartados que son los que permiten que las unidades territoriales avancen o retrocedan de fase. Los llamados marcadores sanitarios son los siguientes:

Capacidad del sistema sanitario

Todo lo relacionado con la situación de los hospitales y la evolución de los mismos a la hora de controlar la pandemia. La ocupación de camas en Cuidados Intensivos es el rasgo que más destaca, además de la disponibilidad del material de protección para los sanitarios y el número de respiradores.

Situación epidemiológica

El número de diagnósticos y contagios de cada zona es un aspecto determinante para promover o retrasar el cambio de fase. En este marcador entran el número de casos detectados cada día, la cantidad de pacientes ingresados en la UCI y el número de fallecidos. Por otro lado, es importante destacar el número de pruebas realizadas.

Indicadores de movilidad

El progreso de la movilidad es un claro indicador de la eficacia del plan de desescalada. Se monitorizarán los desplazamientos divididos en distintos niveles que dependen de las distancias que los habitantes puedan recorrer. También aparecen en este marcador otros apartados como la capacidad del transporte público o el transporte de mercancías.

Indicadores socioeconómicos

Se llevará a cabo una valoración social y económica del durante el proceso de desconfinamiento. Un seguimiento que tendrá importancia a la hora de determinar el avance o retroceso de cada zona. Aquí cobran importancia valores como la afiliación a la Seguridad Social y los ERTES a nivel provincial, además del consumo de energía eléctrica de cada comunidad autónoma.