El paso a la fase 1 del plan de desescalada sigue generando polémica en la Comunidad de Madrid. Después de varios vaivenes, discrepancias y cambios de opinión, el Gobierno regional solicitó al Ministerio de Sanidad avanzar de fase el próximo lunes. Esta decisión provocó la dimisión de la directora general de Salud Pública de la Comunidad, Yolanda Fuentes, ya que no compartía la decisión del Ejecutivo presidido por Isabel Díaz Ayuso. Tras conocer la noticia y analizar la situación sanitaria, el Gobierno central ha denegado el paso a la fase 1 a Madrid, según avanzó El País.

El criterio de Sanidad para aceptar o rechazar el cambio de fase se basa en unos marcadores que hacen referencia entre otros tanto al nivel de incidencia que ha tenido el coronavirus en cada territorio, así como a la incidencia acumulada, es decir, los casos por 100.000 habitantes notificados en los últimos 14 días. En este sentido, la región madrileña es la más castigada por el coronavirus. En total, Madrid suma 64.333 casos confirmados y 8.552 fallecidos. En segundo lugar, por la incidencia acumulada que tiene la autonomía, que se sitúa en 57,15, la quinta más alta tras Castilla y León, Cataluña, Navarra y La Rioja.

Personal sanitario disponible

Por último, el comité encargado de decidir qué territorios pasan o no de fase también tiene en cuenta el personal sanitario disponible. Julián Ezquerra, de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid, recuerda en El País que “durante el tiempo de vigencia del actual estado de alarma y sus posibles prórrogas, las comunidades velarán por garantizar la suficiente disponibilidad de profesionales sanitarios”. Ese número no puede ser inferior al que había el 27 de marzo, en pleno momento álgido de la pandemia. En este caso, apunta Ezquerra, Madrid no cumple porque, aunque Ayuso ha comunicado que tiene intención de renovar hasta diciembre los contratos de los 8.260 sanitarios que llegaron de refuerzo, esta ampliación aún no se ha producido.

Además, cada comunidad autónoma debe garantizar cuatro variables más: tener capacidad para aislar y controlar las fuentes de contagio confirmadas, tener un sistema de alerta precoz, llevar a cabo la vigilancia epidemiológica necesaria para identificar y contener las potenciales fuentes de contagio, la capacidad de la atención primaria y hospitalaria y poder garantizar la protección colectiva.

El Ministerio de Sanidad especificó en términos cuantitativos que para avanzar de fase era necesario poder garantizar que en un plazo de cinco días se podían disponer entre 1,5 y 2 camas UCI por cada 10.000 habitantes y entre 37 y 40 camas para enfermos agudos por cada 10.000 habitantes.

Descenso en el número de contagiados y fallecidos

En este caso, la Comunidad de Madrid comunicó al Gobierno central en su petición que disponía de esa capacidad asistencial y además exponía el descenso de contagios y de pacientes hospitalizados que ha experimentado la región en los últimos días. En las últimas 24 horas, se han producido 148 nuevos positivos por PCR y 48 muertos, manteniendo la tendencia de los últimos informes, aunque estas dos variables no serán suficientes para cambiar de fase el próximo lunes.