Países como Francia, Italia o España ya han anunciado oficialmente planes para ir desconfinando progresivamente a su población. También lo ha hecho Alemania, donde la noticia ha sido recibida con recelo por un grupo de virólogos que cree que aún no es el momento oportuno.

"Todavía estamos al comienzo de la pandemia, eso es algo que olvidan muchos", asegura en el diario germano Der Spiegel Melanie Brinkmann, del Centro Helmholtz para el Estudio de Enfermedades Infecciosas. Brinkman cree que la hoja de ruta desvelada por el Gobierno de Angela Merkel puede dar la falsa sensación a los ciudadanos de que pueden intensificar "los contactos" y de que "no se tomen el virus en serio". 

Respalda su postura Christian Drosten, director del Departamento de Virología del Hospital Universitario de La Charité en Berlín. "Existe la tesis de que la reducción de contactos no hubiera sido necesaria", dice Dorsten en el Suddeutsche Zeitung de Baviera. Él considera que las consecuencias de una segunda ola de contagios provocada por esta relajación del distanciamiento social serían más peligrosas. 

Drosten critica a los detractores de las medidas de aislamiento porque considera su discurso oportunista una vez que estas han conseguido frenar la expansión de los contagios y lo achaca a sus ansias de reactivar la economía. "El éxito se instrumentaliza como argumento de que nada de lo que se hizo era necesario. Eso ayuda a determinadas fuerzas políticas que dicen que ahora hay que darle una oportunidad a la economía. Aunque una relajación puede llevar a perjudicar a la economía pues probablemente al final habría que tomar medidas más restrictivas", afirma.