Carretera y manta y rodeados de españoles. Así se prevé que sea la temporada turística este verano. Una campaña marcada por la ausencia de visitantes extranjeros y ceñida al cliente nacional para compensar parcialmente la falta de buena parte de los 83,7 millones de turistas foráneos que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), visitaron España en 2019 y gastaron 92.278 millones de euros.

Expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) vaticinan el regreso a un modelo similar al de los 70: familiar, en coche y de proximidad. El Barómetro Turístico de la consultora Braintrust prevé que el turista español concentre en territorio nacional el 85% de sus viajes, alejado de masificaciones y se refuerce el papel de las agencias de viajes tradicionales.

"Yo estoy convencido de ello. Siempre vas a tener un profesional que te dice si se cumplen las garantías. La situación actual ha puesto de manifiesto el valor que aportamos, con la reacción que han tenido los profesionales en la gestión de la crisis. Nosotros hemos cogido el teléfono a todo el mundo", comenta Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).

El sector, que aporta más del 12% del PIB y el empleo, aún gestiona la incertidumbre sobre su lugar en el calendario para la desescalada. "Para recibir turistas habrá que atender a la realidad y la evolución internacional de la epidemia. Aventurar fechas aún es muy prematuro", decía ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Empresas del sector optan por ser prudentes "para no jugar con las expectativas". La Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur, que agrupa a 28 empresas relevantes del sector, estima en el peor de los escenarios que la demanda internacional podría no recuperarse hasta noviembre, pues "los principales mercados emisores estarán afectados por el COVID-19 o en recesión".

Exceltur prevé que parte del gasto de los españoles en el exterior (más de 16.000 millones de euros en 2019, según el INE) se haga este año en destinos nacionales. Aún así, la caída de la actividad en el sector turístico se situaría entre el 60% y el 80%, dependiendo del calendario de levantamiento de las restricciones nacionales y fronterizas. Incluso, apuntan, algunos establecimientos podrían no abrir hasta 2021 para no incurrir en pérdidas mayores por falta de afluencia de turistas, especialmente en destinos muy dependientes del turismo internacional.

Para paliar la falta de extranjeros y fomentar la llegada de viajeros de la Península, la CEAV plantea que quienes visiten Baleares, Canarias y Melilla se beneficien también del descuento del 75% en el billete de avión que se aplica a los residentes en estos territorios. El ahorro de estas últimas semanas en esa partida, y en los viajes del Imserso, puede reorientarse a atraer turismo hacia esos destinos. "Ese descuento puede ser un revulsivo y un incentivo para potenciar el tráfico aéreo", defiende Garrido, que pese a ser muy prudente sobre el regreso de extranjeros, se muestra esperanzado para cuando se abran las fronteras: "Alemanes e ingleses están deseando que abran porque les gusta mucho venir a España y vendrán en cuanto se pueda". Hasta entonces, el turismo será nacional.

Piden a los supermercados potenciar el producto nacional

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, instó ayer a las grandes cadenas de alimentación a fomentar el consumo de productos españoles situándolos en lugares destacados. En una reunión telemática con las tres grandes patronales del sector, Planas les instó a ayudar a los alimentos que más han sufrido el cierre de bares y restaurantes y a apoyar los productos de temporada y proximidad. El ministro aprovechó el encuentro para agradecerles el esfuerzo para mantener la cadena de abastecimiento durante la crisis.