Elisa Granato tiene 32 años y se ha convertido en la primera ciudadana italiana que se ha sometido a una vacuna experimental producida por la Universidad de Oxford y el Irbm Science Park. Es la segunda persona en someterse a la primera fase de pruebas en humanos del proyecto desarrollado en Inglaterra.

Esta investigadora de zoología y microbiología recibió su primera inyección el pasado 23 de abril y fue transmitido en directo por la BBC. En dicha cadena, la investigadora declaró que "soy una científica y quería apoyar un proyecto científico. Personalmente, tengo un cierto grado de confianza en esta vacuna".

A través de sus redes sociales, explicó en qué consiste el proyecto: “La vacuna no contiene coronavirus en absoluto. Solo hay una pequeña parte insertada en un virus diferente y no dañino. Esto evita que se propague, pero potencialmente puede activar el sistema inmunitario y así protegernos de COVID-19. No seré infectada intencionalmente con el coronavirus".

Apoyo de Bill Gates

El fundador de Microsoft, Bill Gates, ha afirmado que está dispuesto a asumir el coste de producir la vacuna si finalmente resulta eficaz. A través de su fundación, ayudará a encontrar el dinero necesario para poder crear dicho remedio a gran escala y cubrir así las necesidades de toda la población mundial.

El magnate, que ya alertó en 2015 sobre el riesgo de un virus que podría desencadenar en pandemia, afirmó en su blog que la situación que estamos viviendo actualmente "es como una guerra mundial, con la particularidad de que esta vez, todos estamos del mismo lado".