La crisis generada por el coronavirus ha cambiado a todo el mundo. El virus, que tuvo su epicentro en China, se ha extendido de manera eficaz por el resto de continentes y ha puesto en jaque la salud y la economía de más de medio mundo. España, con más de 200.000 contagiados y 22.000 fallecidos, no ha sido ajena a ello.

Los hábitos de consumo y gastos de los hogares españoles tampoco han esquivado a la COVID-19 y se han visto modificados sobremanera. Según un estudio elaborado por Fintonic, el salario medio de un trabajador ha descendido un 10% durante el mes de abril (1.414€ de media). No obstante, el gasto de los hogares ha ascendido en un 6% durante el periodo del estado de alarma. Durante este último mes ha subido el gasto en hipoteca (o alquiler), mantenimiento y suministros como la energía, agua o telecomunicaciones y la alimentación.

Sin embargo, hay sectores en los que sí se ha producido una caída pronunciada, como era de esperar. Según el informe de Fintonic, las compras en ropa caen hasta un 60%, el servicio de restauración más de un 40% y el ocio y la cultura también se han visto afectados, aún teniendo en cuenta el incremento en la compra de libros de manera online. El sector de espectáculos es el más afectado, con una caída de un 98% y las gasolineras también se ven perjudicadas con un descenso del 70%.

La conclusión principal que se saca de los casi dos meses de confinamiento es clara: los hogares hacen menos compras pero gastan más. Los supermercados han sido los mayores beneficiados, ya que el 80% de los españoles siguen comprando pero elevan su gasto en más de cuatro puntos, tal y como señala Kantar.

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El consumo en los supermercados

Es uno de los puntos que más cambios ha sufrido durante este periodo. Durante los primeros días del estado de alarma era habitual ver imágenes de establecimientos con estanterías vacías y a los clientes con varios rollos de papel higiénico. Más allá de la caricatura propia de la situación de las primeras semanas, el consumo en los supermercados creció en más de un 30% en el mes de marzo y un 15% en el de abril, según el estudio elaborado por Kantar.

El comportamiento de gasto fue prácticamente idéntica en todo el país, sin grandes diferencias entre las ciudades más pobladas y las comunidades más rurales. Donde sí ha incrementado el gasto ha sido en las cadenas de supermercados más pequeñas y locales, que crecen en más de un 15%. La tendencia del cliente es comprar en la tienda de alimentación más cercana en una cadena asentada en su provincia o comunidad, como es el caso de la cadena DIA.

Descenso pronunciado de las retiradas en cajeros

Otro de los sectores que ha notado un descenso es el de los cajeros automáticos, cuyo uso se ha visto disminuido y modificado durante el estado de alarma generado por la COVID-19. Antes de la epidemia, más un 80% de los españoles visitaba el cajero y extraía una media de 327€ al mes. Desde que se decretó la emergencia en España, sólo un 35% de la población ha acudido a sacar una media de 250€ al mes.

A merced de lo comentado anteriormente, son apenas cuatro los sectores que han incrementado su volumen de ventas durante el coronavirus. Los que más crecen son los supermercados, hasta un 60% en algunos casos, la comida a domicilio y las librerías, que se han visto beneficiadas de la compras online. Durante el último mes en una media del 50% tal y como confirma Fintonic. Un auténtico éxito en una época de recesión.

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Semana Santa inédita

La crisis del coronavirus y el estado de alarma han coincidido con la Semana Santa, uno de los periodos vacaciones y turísticos marcados en rojo en el calendario de los españoles, que se han visto recluidos y sin la posibilidad de poder disfrutar con los suyos. A pesar de que el consumo global aumentó un 15% durante la semana (Nielsen), se dejaron de gastar grandes cantidades de dinero, viéndose muy perjudicado el sector del turismo. Un sector que también sufrirá y se tendrá que adaptar a un nuevo modelo de negocio durante el verano.

El sector de bares y restaurantes cayó en un 54%, pero hoteles, transportes y el sector espectáculos sufrieron un descenso en el consumo de un 88, 92 y 99% respectivamente.