Coronavirus: test clandestinos a un precio de 25 euros
Varias farmacias de Madrid están realizando de forma encubierta pruebas rápidas de diagnóstico. En 15 minutos se obtiene el resultado.
La realización de test masivos a la población es clave para controlar la propagación del coronavirus. La capacidad para hacer estas pruebas ha aumentado en la última semana. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha deslizado en los últimos días que España estaría cerca de llegar al millón de test diagnósticos efectuados. Una cantidad obtenida por los cauces oficiales, pero clandestinamente se han hecho más.
Como desvela El País, hay farmacias en la Comunidad de Madrid que están realizando de forma encubierta test rápidos a la población. No es un lugar habilitado para ello, pero a un módico precio de 25 euros, “precio de coste” advierten, cualquier persona puede acudir a que le hagan la prueba y salir de dudas de si tienen o no la enfermedad o incluso si ya la han pasado.
Colas en las farmacias
Las farmacias que tienen estos test rápidos ni siquiera anuncian que los estén realizando, pero la voz se ha corrido entre la población. Incluso, en algunas de ellas, hay colas para hacérselos. Cuando llega el turno, en solamente 15 minutos, se obtiene el resultado. La compra de test rápidas no resulta sencilla para los farmacéuticos, que avisan que tienen que pelear para conseguirla, pero finalmente lo hacen.
Los test que se realizan de forma clandestina son los llamados test rápidos, esos que mediante la extracción de una gota de sangre se consigue el resultado en 15-30 minutos. Una vez sacada la sangre, se introduce en el kit y se mezclará con un reactivo. Posteriormente, tres letras y tres posibles resultados identificados en tres letras: M, G y C. La M indica que el paciente tiene coronavirus; la G, que ya lo han superado, es decir, es asintomático; la C, que ni lo tienen ni lo han pasado.
Una prueba rápida por un coste de 25 euros que ofrece a la población la posibilidad de saber si se tiene o no COVID-19 o incluso si lo ha pasado aunque no haya tenido síntomas. En un momento de tanta incertidumbre, en el que cualquier síntoma de tos o dolor de garganta hace temer haber contraído el virus, el test rápido representa una solución para muchos ciudadanos. Incluso de forma clandestina. Las colas así lo demuestran.