Peluqueros a domicilio: ¿a quién pueden atender en cuarentena?
Este sector puede prestar su actividad acudiendo a los hogares de colectivos de personas vulnerable y solamente para lavar y cortar, servicio de higiene esencial.
El sector de las peluquerías vivió con incertidumbre el inicio del estado de alarma. En un primer momento, el Gobierno decretó que las peluquerías podían abrir sus negocios para garantizar la atención e higiene de las personas más vulnerables como personas mayores, dependientes, con movilidad reducida o algún tipo de discapacidad. Sin embargo, poco después se dio marcha atrás, se prohibió su apertura y sólo se puede prestar servicio a domicilio.
Pero con varios matices. Algunas peluquerías siguen operando, pero tienen una serie de restricciones. Sólo pueden acudir a los hogares de los clientes si es para lavar y cortar, servicio básico de higiene, pero no para peinar o dar el tinte. Y sólo se puede acudir a atender al colectivo de personas vulnerables (mayores, dependientes, con movilidad reducida o discapacitados), es decir, las excepciones previstas en un primer momento para que los salones pudieran seguir abiertos.
Equipos de protección necesarios
Para prestar el servicio a este grupo de personas, el sector de las peluquerías ha pedido que también se garantice su seguridad de cara a un eventual contagio cuando acuden a los domicilios, máxime cuando muchos de estos clientes están encuadrados dentro del grupo de riesgo. Por ello, han solicitado que se les proporcione el material de protección necesario como guantes, mascarillas y gafas protectoras a unos precios competitivos para poder ejercer su actividad en las mejores condiciones y con la mayor protección.
Asimismo, la Alianza de Empresarios de Peluquerías de España ha propuesto al Ministerio de Sanidad que la atención domiciliaria se realice mediante la adecuada coordinación con los servicios sociales y de dependencia de las comunidades autónomas y municipios, contando con los recursos proporcionados por el Gobierno de España. Así, se garantizará la seguridad tanto de los clientes como de los profesionales de peluquería, se ayudaría a frenar la propagación del virus y se continuaría prestando un servicio esencial para personas vulnerables.