Coronavirus en España: ¿cómo lavar y desinfectar las mascarillas reutilizables?
Las mascarillas que permiten más de un solo uso deben conservarse en buenas condiciones higienicas para garantizar su efectividad a la hora de emplearlas.
La pandemia del coronavirus está provocando que el uso de mascarillas cada vez esté más generalizado, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que sólo deben ser empleadas por personas enfermas, cuidadores de pacientes y profesionales de la sanidad. Las más comunes son las quirúrgicas. Estas son desechables y, por tanto, no reutilizables. Deben cambiarse en cuanto están húmedas para usar una nueva. No otorgan protección ante agentes infecciosos que se encuentren en el aire, pero sí consiguen contener las microgotas que expulsa una persona enferma cuando tose. Es decir, previenen de contagiar coronavirus, pero no son eficaces para que el usuario que la lleva no se contagie.
Las mascarillas más prácticas ante el COVID-19 son las que poseen filtros de partículas y las autofiltrantes (o media máscara filtrante). Ambas protegen de la inhalación de partículas peligrosas y son reutilizables. En el caso de las primeras, que cuentan con tres modelos de filtros (P1, P2 y P3) es posible limpiar y desinfectar la mascarilla, pero no el filtro, que debe cambiarse.
En cuanto a las autofiltrantes (o media máscara filtrante), están catalogadas en tres categorías (FFP1, FFP2 y FFP3) y únicamente se pueden volver a usar las que vienen marcadas con la letra R (de reutilizable). De este tipo de mascarillas sólo debe limpiarse el ajuste con la cara, no el material filtrante y en algunos casos tienen fecha de caducidad.
La higiene, básica
Es importante mantener este tipo de mascarillas en buenas condiciones higiénicas y para ello deben lavarse con agua y jabón después de cada utilización, además de dejar que se sequen al sol, según recomiendan en un artículo de la web asiaone.com. Además, antes de hacer uso de cualquier tipo de mascarilla, se debe recordar que hay que lavarse las manos con agua y jabón o con un gel desinfectante, como recomienda la OMS.