La posible conveniencia de un uso generalizado de mascarillas sigue generando debate en plena pandemia del coronavirus. Tras las recomendaciones iniciales de limitar su utilización para las personas enfermas y las que cuidan a pacientes en sus domicilios, además de para los profesionales sanitarios, el criterio en nuestro país podría variar para intentar frenar los contagios por parte de personas asintomáticas.

De momento, el Gobierno español no se ha pronunciado todavía oficialmente al respecto, aunque lleva días reconociendo que es una medida que está estudiando. Hoy, la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha aclarado que la decisión final dependerá de cómo evolucione la crisis del COVID-19. "En los próximos días y semanas tenemos que ver cómo se está produciendo la transmisión del virus y eso es lo que va a decantar el escenario que se va a aplicar y, por lo tanto, si se va a recomendar o no el uso de las mascarillas entre la población", afirmó en rueda de prensa. Asimismo, añadió que "en crisis sanitarias no es bueno la especulación" al referise a este asunto.

La OMS no cambia sus recomendaciones

Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a notificar sus directrices sobre el uso de mascarillas, que se mantienen como hasta ahora a pesar de algunas voces que indicaban lo contrario. Por el momento no hay recomendación para una utilización masiva por parte de la población debido a que pueden provocar “un falso sentido de seguridad” e insiste en emplear medidas de higiene y distanciamiento social para frenar la pandemia.

No obstante, la OMS ha lanzado una serie de consejos para los casos en los que se decida utilizar mascarillas, enfocando especialmente estas advertencias en los profesionales de la sanidad. En primer lugar, subraya la importancia de prescindir de las que están hechas con algodón debido a que no son resistentes a los fluidos y pueden ser una fuente potencial de infección. Además, el organismo de Naciones Unidas ha destacado la importancia de esterilizar las mascarillas antes de su empleo, al igual que el resto de materiales de protección, y ha vuelto a recalcar que no existen pruebas científicas que avalen que las fabricadas con materiales sintéticos sean realmente eficaces ante el coronavirus.