El ministerio de Hacienda se encuentra trabajando en la suspensión en este mes de abril del pago de IVA e IRPF a pymes y autónomos cuya facturación sea inferior a 600.000 euros al año. Se trata de una medida que venían reclamando organizaciones de trabajadores por cuenta propia, debido a la crisis económica que está provocando la pandemia del coronavirus.

Más de tres millones de pequeñas y medianas empresas y autónomos podrían acogerse a esta medida del Ejecutivo, que también afecta al pago fraccionado del Impuesto de Sociedades. La opción lógica para proceder a la retribución sería en el mes de julio, en concreto el día 20, fecha que estaba fijada en el calendario para el abono de los impuestos correspondientes al segundo trimestre del año.

Esta decisión del Gobierno se añadiría a la moratoria de seis meses para el aplazamiento y fraccionamiento de impuestos de autónomos y pequeñas y medianas empresas, y a la moratoria de las cuotas a la Seguridad Social, igualmente de seis meses, medidas que ya fueron aprobadas el pasado mes de marzo.

Nueva línea de avales para pymes y autónomos

Según datos de la asociación PIMEC, las pymes y los autónomos dejarán de generar un volumen de ingresos de explotación que se estima entre 32.000 y 34.000 millones de euros a causa de la crisis del COVID-19. Para paliar estas pérdidas, el Gobierno español ya tiene decidido aprobar una nueva línea de avales públicos destinada a este sector de la industria, de unos 20.000 millones de euros, con el fin de garantizar la liquidez del tejido productivo. Se espera que más de 1,3 millones de pymes y autónomos se vean beneficiados por esta decisión, como ha señalado Pedro Sánchez en el Congreso.