Wuhan recupera parte de su vida normal. La ciudad china, foco original del coronavirus, se ha despertado este miércoles con un aire diferente después de 76 días de encierro. Y más de 81.000 contagiados y más de 3.300 fallecidos en todo el país.

Ayer, llegaba la buena noticia de que no se había registrado ningún muerto en todo el territorio chino desde que falleciera la primera persona el 11 de enero. Prácticamente tres meses de malas noticias, restricciones y mucho miedo. Sin embargo, desde el 28 de marzo, Wuhan empieza a ver la luz a final del túnel: ese día se rompió el confinamiento total y los ciudadanos "sanos sin coronavirus" podían entrar en la ciudad.

Mucha gente desplazándose desde Wuhan

Casi dos semanas después, los wuhanais se han 'liberado'. Entre miles de mascarillas y guantes que siguen y seguirán siendo los complementos obligatorios para salir a la calle, hoy se han desplazado en masa por carretera, por vía ferroviaria o avión hacia otras zonas de China y el extranjero.

La autopista de peaje con dirección a Pekín se llenaba de coches deseosos de viajar y desplazarse para ir a visitar otras zonas y reencontrarse con familiares y amigos. En la estación de tren, las filas son interminables para comprar un billete y se espera que más de 50.000 personas se monten en uno de ellos para salir de la ciudad, ya conocida por ser el foco original de la pandemia.

Y los aviones salen de los aeropuertos con total normalidad, entre las medidas de desinfección con las que han trabajado en los últimos días para que todo estuviera a punto en este miércoles. Eso sí, cada persona debe enseñar su 'certificado', a través de una aplicación, que verifica que se está sano y libre del virus.

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Sigue habiendo restricciones

Aunque la vida parece volver a Wuhan, todavía sigue habiendo restricciones y pistas de que el coronavirus sigue muy presente. Los centros educativos siguen cerrados y no están permitidos eventos y espectáculos que reúnan a mucha gente. La precaución y la cautela siguen siendo muy importantes para no volver a recaer.

Y claro, todo esto se inauguró sobre el río Yangtsé, donde anoche se podía apreciar como los rascacielos y monumentos fueron iluminados con figuras de los héroes de esta pandemia: sanitarios, transportistas, fuerzas de seguridad... Wuhan recupera la libertad y es una gran noticia para la ciudad, para China y para el mundo entero.